Un hombre de 29 años mata a sus padres en La Guardia la víspera de Nochebuena

M. MORENO

Los 2.500 habitantes de La Guardia no olvidarán fácilmente la Nochebuena de 2014. Dos de sus vecinos, Domingo Rey Velázquez, de 70 años, y su mujer, Juana Santiago Tejero, de 71, murieron brutalmente a manos de su hijo, Domingo, de 29 años, quien los mató en el domicilio familiar con un arma blanca.

El doble parricidio ocurrió la víspera de Nochebuena, poco antes de las once de la noche, en el número 13 de la calle de San Marcos. En una casa de planta baja, Domingo hijo asesinaba a su padre en el salón y acuchillaba también mortalmente a su madre cuando Juana intentaba huir de la casa. Pero no llegó a salir a la calle. La mujer cayó junto a la puerta de entrada, a unos tres metros de donde yacía su esposo.

Unos familiares, posiblemente una hermana y un sobrino del parricida, descubrieron el macabro crimen y avisaron al Servicio de Emergencias 112. El autor del doble homicidio esperó en la vivienda la llegada de la Guardia Civil, que lo detuvo sin que el joven ofreciese resistencia.

«Una muerte anunciada»

No era la primera vez que Domingo había amenazado de muerte a sus padres, «muy buenas personas», según sus vecinos. Sucedió hace un año aproximadamente, recuerda el alcalde de La Guardia, Francisco Javier Pasamontes. «El joven sufrió un brote esquizofrénico, pero la Policía Local llegó a tiempo para evitar la tragedia, quizá porque no lo hizo tan decididamente como ahora y también porque los vecinos dieron la voz de alarma a tiempo», recuerda el edil a Efe.

En efecto, Domingo está diagnosticado de esquizofrenia y de esta enfermedad estaba siendo tratado en un centro de Toledo, de donde, según los vecinos, salió para pasar las Navidades con sus padres en el pueblo.

En el último año, Domingo deambulaba como ausente por la calle. «Su esquizofrenia se le notaba más, era más evidente», según el alcalde, quien reconoce que «no era una persona agresiva, salvo algún brote aislado». No se sabe si guardará relación con ello, pero los vecinos recuerdan que no hace mucho tiempo Domingo pinchó las ruedas de 24 vehículos aparcados en la calle Mayor.

Esos mismos vecinos aseguran a Europa Press que el doble crimen era «una muerte anunciada, se veía venir», aunque Domingo tuvo aparentemente una infancia como la de cualquier chico. «Por ser dos años menor que yo, coincidí con él en el colegio y era una chaval normal, un poco travieso. Pero cuando le sacudió la enfermedad, experimentó un notable cambio», asegura el alcalde. «Tenía un carácter muy fuerte y no se hablaba con nadie», según dos vecinos. «Alguna vez había coincidido con él, yo le saludaba y me contestaba con muy pocas palabras, se le veía muy callado», relata Pasamontes, aunque desconoce con exactitud el cuadro médico de Domingo.

Por el pueblo se dice que el joven tenía un tratamiento para su enfermedad, «pero que a veces no quería tomar los medicamentos». Sin embargo, ninguna voz autorizada ha hablado de la enfermedad del parricida.

El autor del doble crimen ya se encuentra en la cárcel de Ocaña, a 21 kilómetros de La Guardia. Una jueza lo envió allí el mismo día de Nochebuena. Prisión comunicada y sin fianza por dos presuntos delitos de asesinato con el agravante de parentesco, según el auto.

Y en La Guardia, todavía conmocionada, se cumplió ayer el segundo día de luto oficial por el doble parricidio. Pero los cuerpos de Domingo y Juana aún no descansan en paz, ya que se encuentran dentro de unas cámaras frigoríficas hasta que se les practiquen las autopsias.

Un hombre de 29 años mata a sus padres en La Guardia la víspera de Nochebuena

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