Un joven de 24 años se quema a lo bonzo tras discutir con familiares
El joven de 24 años que se roció de gasolina y se prendió fuego en su domicilio de Ciudad Real tiene afectado un 18,5 por ciento de su superficie corporal, y de ella un 5 por ciento con quemaduras profundas, y su actual situación es estable dentro del pronóstico grave.
Así lo confirmaron fuentes del gabinete de prensa del Hospital Universitario de Getafe, en cuya Unidad de Grandes Quemados está ingresado desde la noche del martes, tras ser trasladado desde el Hospital General de Ciudad Real donde fue atendido en un primer momento.
El parte médico emitido por el centro hospitalario señala que el joven sufre quemaduras en un 18,15 por ciento de la superficie corporal, y de ella el 5 por ciento se trata de quemaduras profundas, que afectan de forma principal a la cara y a la mano y antebrazo derechos, y que «se encuentra intubado con ventilación asistida». «Su estado es grave y se encuentra estable», confirmaron las mismas fuentes.
Por su parte, el delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, Jesús Labrador, a preguntas de los periodistas con motivo de una visita al Museo Sefardí, de Toledo, indicó que el suceso se está investigando.
Discusión familiar
Labrador confirmó que la persona herida presentaba quemaduras graves y que «todo parece indicar» que el suceso ocurrió en el entorno familiar y que se pudo deber a una discusión familiar, sin facilitar más información porque, reiteró, «se siguen investigando los hechos».
El suceso tuvo lugar a las 22:01 horas del martes, en la calle Carretera de la Fuensanta, de Ciudad Real, y el joven se echó gasolina por encima y se prendió fugo tras discutir con familiares, quienes fueron los que apagaron las llamas.
Tras ello, el joven salió a la calle donde fue atendido por una UVI móvil, que le trasladó al hospital General de Ciudad Real, donde quedó ingresado en un inicio, para luego ser derivado al Hospital de Getafe, referente a nivel nacional en el apartado de quemados.
Precisamente, y con el joven quemado, en el último mes y medio la Unidad de Grandes Quemados del centro madrileño ha atendido a siete castellanomanchegos.
Siete quemados de la región
El pasado 24 de octubre ingresó un electricista de 54 años, que resulto herido por una descarga eléctrica en un transformador, en Ciudad Real, y el 14 de noviembre el centro recibió a dos hermanas, de 45 y 50 años, que presentaban quemaduras graves a causa de la explosión en una chimenea de gasolina en una vivienda de Tomelloso (Ciudad Real), y que concluyó con la muerte de la mujer de 45 años.
Además, el pasado 27 de noviembre fueron trasladados al Hospital de Getafe los dos trabajadores que resultaron con quemaduras graves por la explosión de una caldera en la almazara en la que trabajaban en la localidad toledana de Mora.
Dos días después, el 29 de noviembre, ingresó un hombre de 51 años que se le trasladó desde el Hospital ‘Mancha Centro’, de Alcázar de San Juan (Ciudad Real), adonde llegó con quemaduras que sufrió por un incendio ocurrido en una vivienda en Quintanar de la Orden (Toledo).