El cultivo de la cebolla toca fondo
Los agricultores cebolleros optan por no recolectar ante la caída en picado de los precios
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Los productores de cebolla de Bolaños de Calatrava, en pleno corazón del Campo de Calatrava (Ciudad Real) y durante muchos años prácticamente la única localidad de Ciudad Real dedicada a este cultivo, han decidido no recolectar ante la caída tan espectacular de los precios que ahora mismo no cubren ni la mitad de los costes de producción.
La decisión, que también han tomado agricultores de otras zonas productoras de la provincia como Daimiel, Manzanares o Membrilla, y en general de la región, en especial de Albacete, que es la provincia que más cebolla cultiva de Castilla-La Mancha, pone punto y final a una campaña marcada por un incremento de la producción debido a un aumento de la superficie cultivada en un 20% empujando los precios hasta el límite.
Para el miembro de la Ejecutiva Local de Asaja Bolaños e ingeniero agrícola Ramón Martín la situación es «dramática». Lo dice a los pies de una parcela que ya ha sido arada y donde las cebollas que no se han recogido impregnan con su típico olor el ambiente. A pocos kilómetros, señala, está uno de los múltiples almacenes que existen en esta localidad y donde los big bag se acumulan en el campo por falta de espacio para «meter» tanta cebolla.
Con vistas al exterior
La inundación de cebollas que está sufriendo el mercado se puede mirar positivamente solo, según Martín, desde el punto de vista de la exportación. «Tenemos la esperanza de que se está vendiendo mucha cebolla y se están abriendo muchos mercados como Canadá, Dubai o Brasil, pero también hay que tener en cuenta que son mercados difíciles de mantener porque se abren por estos precios tan bajos», afirma.
A día de hoy, la cebolla se está pagando en origen a 3 céntimos de euro por kilo, cuando el coste de producción oscila entre los 7 y los 11 céntimos de euro. Asociaciones como Asaja iniciaron el verano alertando sobre el problema que se cernía sobre este producto cuando todavía se estaba pagando en una horquilla de entre 6 y 8 céntimos de euro.
También la Asociación de Productores de Cebolla de Castilla-La Mancha (Procecam) ha advertido esta misma semana sobre las consecuencias de la sobreproducción, que ha llevado a muchos agricultores a abandonar las plantaciones, y también sobre las dificultades que se ciernen en los mercados exteriores debido al incremento de la producción en otros países.
La mayor productora
Castilla-La Mancha, con 12.142 hectáreas de cebolla, es actualmente la principal región productora de España (24.180 hectáreas) con más del 50% de la superficie cultivada de cebolla. Además, la región, con 805.985 toneladas de cebolla producida representa el 63% del total de la producción española de cebolla (1.284.415 toneladas). El 48% del total se dedica a la exportación.
En la provincia de Ciudad Real este cultivo cuenta con unas 3.000 hectáreas sembradas y una producción de unos 185 millones de kilos, según las estimaciones de la Asociación de Mujeres y Familias del Ámbito Rural (Amfar) que el 12 de noviembre celebró en Bolaños el Día de la Cebolla para poner en valor la importancia de este cultivo.
Un cultivo que en esta localidad está poco mecanizado -es considerado cultivo social- y que a día de hoy genera unos 20 jornales por hectárea, según explica Ramón Martín. «La mayoría de los agricultores tienen claro ya que hay que tecnificarse al máximo porque solo así se pueden minimizar los riesgos cuando vienen años como éste», explica.
Con la vista puesta en el cielo, los almacenistas de Bolaños esperan a que llegue el frío como agua de mayo. Sólo así se podrán mantener las cebollas hasta el mes de marzo e ir dándoles salida. Mientras tanto ya hay quien está preparando la próxima campaña. «El año que viene habrá mucha gente que no siga; el agricultor que es cebollero asume los años malos y los años buenos. El éxito está en la constancia», asevera Martín.
El libre albedrío
El problema, a su juicio, es que en este cultivo como en muchos otros en la agricultura no hay una producción estable porque no hay una superficie cultivada que lo sea. Este «libre albedrío» genera años de «especulación» en los que también tiene mucho que ver «la falta de concentración de la oferta»: «lo ideal es que esto no pasara, lo ideal es que la oferta estuviera concentrada en cooperativas que limitaran esas fluctuaciones tan grandes en los precios».
Fluctuaciones que el consumidor final no percibe cuando llega a las grandes superficies. «Tendría que haber normas que regularan los márgenes en la cadena y protegieran al consumidor final, pero también al productor», explica el agricultor bolañego.
Es de la misma opinión la consejera de Agricultura de Castilla-La Mancha, María Luisa Soriano, que esta misma semana ha participado en una jornada organizada por Procecam en Villarrobledo (Albacete) donde apostó por equilibrar las producciones de cebolla en función de la demanda y diversificar mercados para mejorar la rentabilidad abriendo nuevos horizontes en países extracomunitarios.
Presencia en ferias
La consejera puso de manifiesto el compromiso del Gobierno de María Dolores Cospedal con los productores de cebolla en aras de facilitarles la presencia en importantes ferias sectoriales de carácter internacional, aportar ayudas para el asociacionismo bajo la marca de calidad o cofinanciando algunas campañas de promoción de la cebolla.