La exalcaldesa de Munera se enfrenta a cuatro años de prisión
Admite que firmó una factura falsificada pero niega que lo hiciera ella porque estaba de baja
La que fuera alcaldesa socialista de Munera, Lourdes Varea, declaró ayer su inocencia ante la Sala de la sección 1ª de la Audiencia Provincial por dos delitos de prevaricación y falsedad en documento público, al pagar en 2006 una factura que había sido alterada, de los que le acusa el Ministerio Público y por lo que se enfrenta a cuatro años de prisión, once años de inhabilitación y una multa de 12.000 euros
No era la primera vez que la exregidora se sentaba en el banquillo de la Audiencia Provincial. Ya lo hizo en 2011 y en aquella ocasión fue condenada a siete años de inhabilitación para ejercer cargo público por un delito de prevaricación.
Ayer, Varea dijo que en los meses objeto de la acusación, de junio a octubre de 2006, ella se encontraba de baja maternal porque acababa de ser mamá y durante ese tiempo no ejerció plenamente de alcaldesa, sino que delegó en María Fuentes Arenas, alcaldesa en funciones, y su equipo de gobierno.
Una vez que se había incorporado de nuevo a la función pública, concretamente el 13 de noviembre, «me enseñaron un documento con una resolución de alcaldía y una factura, donde yo vi que el expediente estaba completo y que todo estaba hecho y firmé».
La exalcaldesa admitió a la Sala que la factura, por un importe superior a 13.000 euros que firmó en 2006 era falsa pero que se había falsificado en el tiempo en que ella estaba de baja por maternidad y, además, se pagó estando ella fuera del cargo, a finales de septiembre.
Durante el juicio, Varea confirmó que la factura que se incluyó para pedir una subvención con la que pagar las obras de un templete se había alterado, pero añadió: «lo supe después, cuando la denuncia, porque cuando a mí me dicen que todo está correcto para pedir la ayuda yo firmo, de buena fe». Explicó que alguien había puesto «tipex» en el concepto del documento, cambiando «campo de fútbol» por «obras de templete», ambas obras de la misma empresa, aunque solo la del templete estaba sujeta a subvención de la Junta para el Ayuntamiento.
La exalcaldesa dijo que ni alteró la factura «ni ordené que nadie lo hiciera» y mantiene que tampoco los representantes de la empresa autora de la factura han podido decir quién la alteró. El administrador de esta empresa dijo que nadie del Ayuntamiento le pidió rectificar esa factura.
La secretaria interventora del Ayuntamiento tampoco pudo decir quién alteró la factura y dijo en el juicio «no podría imaginar que alguien tomara esa decisión, porque no se puede hacer».
