La débil defensa del Albacete le mantiene como farolillo rojo
Albacete y Valladolid ofrecieron un espectáculo pleno de goles en el Carlos Belmonte (3-4), donde el equipo manchego sumó su sexta derrota consecutiva que le mantiene como «farolillo rojo» en la clasificación, mientras el conjunto pucelano sigue en la lucha por regresar a Primera división.
Las defensas de ambos conjuntos no estuvieron muy acertadas, ofrecieron demasiadas facilidades a sus rivales. Incluso se pudieron ver más goles en el coliseo albaceteño, pero en algunas ocasiones los aciertos de los guardametas y en otras los errores de los delanteros en los últimos metros impidieron un resultado histórico.
Rubén Cruz puso el 1-0
El encuentro comenzó muy bien para los locales, con un buen remate de Rubén Cruz que suponía el 1-0 en el m.7 y que debía servir para aplacar nervios e inseguridades. Pero el Valladolid respondió pronto y tres minutos después pudo empatar en sendos remates de Mojica y Bergdich, bien atajados por Diego Rivas.
El festival pucelano comenzó a los 22 minutos, el tiempo que tardó en llegar el tanto de Óscar Díaz. El empate hundió completamente a un Albacete que se mostró demasiado generoso con su rival, regalando balones inexplicables que propiciaron más goles, ocasiones y el enfado del público local.
A los 26 minutos llegaba el 1-2, obra de Bergdich aprovechando un buen centro de Javi Chica. Siete minutos después, justo después del cambio de árbitro por la lesión de Sagués Oscoz, era Mojica el que culminaba un contragolpe tras un nuevo error defensivo local, colocando un 1-3 en el marcador difícil de superar.
Los males no acabaron ahí para el Albacete. Los cambios introducidos en el descanso por Luis César Sampedro, técnico local, no sirvieron para evitar el 1-4, obra de Bergdich a los siete minutos de la reanudación. A partir de ahí el Valladolid se dedicó a dejar pasar el tiempo y tratar de conservar este holgado resultado.
Gran gol de Jorge Díaz
Tras el segundo tanto albaceteño, un golazo desde fuera del área obra de Jorge Díaz que suponía el 2-4, el equipo de Joan Francesc Ferrer «Rubi» pudo ampliar todavía más el marcador gracias a las ocasiones de Álvaro Rubio en el minuto 74 y de Jeffren en los instantes finales, pero la relajación ya se había apoderado de los visitantes.
Los últimos minutos fueron totalmente inesperados. Cuando lo lógico hubiese sido una goleada de escándalo para el Valladolid, el gol de Rubén Cruz, que suponía el 3-4 en el marcador, sirvió para despertar los nervios y la tensión. Pero ya no había tiempo para más. Siete goles en un partido donde se pudieron ver muchos más.
Demasiados errores
El entrenador del Albacete, Luis César Sampedro, señaló al final del partido que habían tenido fallos de nuevo. «Goles casi regalados ante un gran rival que es mejor que nosotros. En el área hay que ser más incisivo y contundente y en la nuestra hemos estado mal en la primera parte, con errores contundentes». Sobre la moral de sus futbolistas dijo que «se consigue subirla sabiendo que acaba el día y acaba la romería, como dicen en mi pueblo».