El temible y gigantesco imperio mongol dependía de una pequeña semilla

Un estudio ha concluido que su fuente de alimento no dependía solo de los pastores, sino de una explotación más diversa y compleja de la agricultura y la ganadería. El mijo tuvo un papel fundamental

Captura de la película Mongol (2007), del director Sergei Bodrov
Gonzalo López Sánchez

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A comienzos del siglo XIII Gengis Kan y después su sucesor, Ogadai Kan, aplastaron a la dinastía Jin (o Jurchen) en China y al Imperio Corasmio , en Asia Central, sacudiendo los cimientos de Oriente. Después sus conquistas les llevaron hasta Rusia, Polonia y Hungría, construyendo el segundo imperio más extenso de la historia.

Se suele pensar que los mongoles no fueron más que una horda de guerreros despiadados montados sobre caballos. Pero la realidad es que su gran momento en el río de la historia fue también resultado de la erección de un sofisticado estado y de una considerable colección de avances tecnológicos. Esta semana, una investigación publicada en la revista « Scientific Reports » ha mostrado una nueva evidencia de que fue así. Investigadores del Instituto Max Planck de Ciencia para la Historia Humana de Alemania han presentado pruebas de que la dieta de los mongoles dependió en gran medida del mijo , un cereal que indica la presencia de un complejo sistema económico.

«Los imperios mongoles se han solido retratar como grupos de jinetes violentos, como una excepción a la idea de qué es un imperio», ha dicho para « Cosmosmagazine.com » Shevan Wilkin, directora de la investigación.

El cine y los libros han fijado la imagen de que la expansión de los mongoles se basó en el consumo de leche y carne, y se ha difundido la idea de que las comunidades de pastores de la actual Mongolia son como una reliquia de aquel pasado. El problema es que esta visión también ha llegado al mundo académico, tal como escriben los autores en el estudio.

No solo una horda de pastores

«Los imperios son, sin embargo, inherentemente complejos y, por definición, extienden su control sobre múltiples sociedades, culturas y economías, así como diversos paisajes», han escrito. Dado que además, otras investigaciones van mostrando que los imperios no solían depender de una única fuente de comida, «no es sorprendente, por lo tanto, que los registros (...) estén comenzando a apuntar firmemente la posibilidad de que los imperios mongoles no dependían solo del pastoreo de leche , sino que también dependieron de la agricultura, los oficios especializados y redes comerciales que se extendieron miles de kilómetros».

En esta ocasión, los científicos se propusieron llevar a cabo un análisis de isótopos de carbono y nitrógeno en decenas de individuos que vivieron hace milenios. Su objetivo era averiguar si sus análisis confirmaban las evidencias históricas o arqueobotánicas que sugieren que la dieta de los mongoles dependían notablemente del mijo .

En concreto, analizaron 80 muestras de huesos y 108 de dientes, de un total 137 individuos procedentes de 60 yacimientos. Todos ellos vivieron en un periodo comprendido entre el 4.500 a.C., entre el Neolítico y la Edad del Bronce, y el siglo XIII, en el que se levantó el imperio mongol, lo que ha permitido establecer un contexto con el que evaluar cómo evolucionó la dieta a lo largo de milenios .

Carbono 13 y Nitrógeno 15

Los científicos llevaron a cabo análisis de isótopos de carbono 13 en el colágeno de los huesos y en la biopatita, un componente de la dentina, en los dientes. La relación entre ambos permite estimar qué proporción de la dieta de una persona dependió de la carne y no del componente vegetal. También llevaron a cabo análisis suplementarios con isótopos de nitrógeno 15.

Además dividieron las muestras en cuatro periodos (temprano, desde el Neolítico a la Edad del Bronce), Edad del Hierro temprana, y periodos Xiongnu y Mongol.

Gracias a esto, han podido observar que antes de la aparición de los primerios imperios, la dieta dependía en gran medida del ganado y de los animales salvajes, pero que la dieta pasaba a depender más de los vegetales a la vez que se desarrollaron los estados.

Un cambio de dieta generalizado

«Nuestros resultados demuestran un incremento en el consumo de plantas (...) comenzando en el 800 después de Cristo, casi con toda seguridad reflejando el consumo de mijo, tal como sugieren las evidencias arqueológicas », escriben los autores del estudio. «El incremento del consumo de mijo en la estepa euroasiática con el tiempo (...) indica que los imperios mongoles históricos estuvieron apoyados en la diversificación de estrategias económicas , más que en un pastoreo uniforme y especializado», prosiguen.

«En vez de hordas errabundas, estos imperios estuvieron soportados por pastores y granjeros que desempeñaron varias estrategias de subsistencia que encontraron su fuerza en la diversidad », ha dicho Shevan Wilkin. Esto sugiere que las reservas de grano tuvieron un papel fundamental en la expansión territorial de los mongoles, al igual que ocurrió con otros imperios históricos.

La compleja economía del imperio mongol

Lo cierto es que la imagen de los mongoles como miembros de una horda de salvajes no hacen justicia a la realidad, según se puede leer en este artículo de « National Geographic ». Incorporaron la pólvora y el papel, provenientes de China, e inventaron la leche seca, el arco compuesto y el estribo de metal. En el campo militar, sus victorias se deben al uso de tácticas avanzadas y flexibles.

Además, establecieron centros de administración y cooperativas rurales, con impuestos estables, para obtener recursos de una forma más fiable. También promovieron el comercio y la libertad religiosa.

Algunas investigaciones más o menos recientes han sugerido que su explosión se debió a una racha de clima muy favorable que aumentó la producción del pasto y que permitió criar mayores cantidades de ganado.

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