La sonda japonesa Hayabusa 2 abandona el asteroide Ryugu cargada de restos extraterrestres

La nave dejará la órbita de la roca, a la que disparó para recoger material que puede dar pistas sobre los orígenes del Sistema Solar

JAXA

ABC Ciencia

La sonda japonesa Hayabusa 2 dejará su órbita alrededor del asteroide Ruygu y se dirigirá de vuelta a la Tierra este miércoles. Pero no lo hará sola: en su interior trae muestras que podrían arrojar luz sobre los orígenes del Sistema Solar después de que lanzase un proyectil que levantó polvo cósmico que fue recogido por la nave.

Concretamente, el viaje a casa, que durará algo más de un año -está previsto que aterrice en nuestro planeta en algún momento a finales de 2020 -, está previsto que comience a las 02.05 hora peninsular, según ha anunciado la Agencia de Exploración Aerospacial de Japón (JAXA). «Esperamos que Hayabusa-2 nos proporcione nuevos conocimientos científicos», afirmó a la prensa el gerente del proyecto, Yuichi Tsuda . La sonda traerá de vuelta a la Tierra « carbono y materia orgánica » que proporcionarán datos sobre «cómo se dispersa la materia alrededor del Sistema Solar, por qué existe en el asteroide y cómo se relaciona con la Tierra», agregó Tsuda.

El nombre de una fábula antigua

La sonda, del tamaño de una nevera, viajó a 300 millones de kilómetros para explorar a Ruygu, cuyo nombre significa «Palacio del dragon» en japonés, en referencia a un castillo ubicado en el fondo del mar de una fábula antigua.

Fue el pasado mes de abril cuando Hayabusa 2 disparó una bomba de cobre para crear un cráter artificial de donde extraer material. Después, realizó un aterrizaje «perfecto» en la superficie del asteroide para recolectar las muestras que los científicos esperan que proporcionen pistas sobre cómo era el Sistema Solar en su nacimiento hace unos 4.600 millones de años.

Algunos contratiempos

Hayabusa 2 -heredera de la primera sonda exploradora de asteroides de la JAXA, Hayabusa, «halcón» en japonés»- recibirá sus órdenes de regresar a casa el miércoles, liberarse de la gravedad del asteroide el 18 de noviembre y encender sus motores principales a principios del próximo mes para volver a la Tierra, explican fuentes de JAXA. Tsuda dijo que la misión de seis años, que tenía un precio de alrededor de 30.000 millones de yenes (254 millones de euros), había superado las expectativas, pero admitió que su equipo tuvo que superar una serie de problemas técnicos. Por ejemplo, las muestras se recogieron a 20 metros del lugar previsto ya que se trataba de un terreno muy duro y rocoso.

Aunque la sonda tardó tres años y medio en llegar al asteroide, el viaje de regreso debería ser significativamente más corto, ya que las posiciones de la Tierra y Ryugu estarán mucho más cerca. Se espera que Hayabusa-2 deje las muestras en el desierto del sur de Australia. Sin embargo, JAXA está negociando con el gobierno australiano sobre cómo organizarlo, dijo Tsuda.

No será la primera vez que Japón consiga traer muestras de un asteroide. Hayabusa 1 ya consiguió traer polvo de la roca Itokawa en 2010.

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