Solar Orbiter: la misión espacial más española de la historia
De los seis telescopios y 27 sensores que porta la nave, dos de los principales están liderados por científicos españoles

Diez instrumentos entre los que hay seis telescopios y 27 sensores para monitorizar muy de cerca el pulso del Sol, su enigmático y cambiante campo magnético, su abrasadora atmósfera y los polos de la estrella, nunca antes vistos por el hombre. Esa es Solar Orbiter , la nave de la Agencia Espacial Europea (ESA) que ya se encuentra de camino al Sol y que, aunque es fruto del esfuerzo comunitario, tiene mucha «alma» española. En concreto, se trata de dos instrumentos clave en la misión, SO/PHI y EPD , coliderados respectivamente por el Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC) y por la Universidad de Alcalá (UAH).
«Es un hito para la investigación espacial española», afirma a ABC Javier Rodríguez-Pacheco , catedrático de Astronomía y Astrofísica de la UAH e investigador principal de EPD, unas siglas que acortan el nombre de Energetic Particle Detector (Detector de Partículas Energéticas en su traducción al español). Este instrumento estará enfocado a estudiar la composición, los flujos y las variaciones de las partículas más energéticas que «dispara» nuestra estrella y que podrían ser perjudiciales para la vida en la Tierra.
Así, será capaz de caracterizar sus propiedades físicas sobre un intervalo energético muy amplio, con el objetivo de determinar su origen, sus mecanismos de aceleración -un proceso que aún no está nada claro- y sus procesos de transporte hasta cualquier punto de la heliosfera. «Solar Orbiter tiene una instrumentalización que no tienen misiones anteriores, como la Parker Solar Probe . Aparte de monitorizar los polos podremos entreñalar lo que van a observar los telescopios terrestres con los datos in situ. Porque lo más importante de Solar Orbiter no es que vaya a tomar imágenes de los polos, sino que va a poder saber qué ocurre por debajo», afirma Rodríguez-Pacheco.
«Esta misión pone en relieve la excelente posición de nuestro país en física solar y heliosférica y en desarrollo tecnológico para el espacio. Se trata de la primera vez en la que equipos españoles se hallan a la cabeza de dos instrumentos a bordo de una misión espacial», señala por su parte Jose Carlos del Toro , investigador del Instituo de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC) que colidera junto a un equipo alemán el instrumento SO/PHI, el más grande a bordo de Solar Orbiter .
Su objetivo será realizar un preciso mapa del campo magnético solar, responsable de prácticamente todos los fenómenos que observamos en el Sol, como las manchas, las tormentas solares o el viento solar (un flujo continuo de partículas eléctricamente cargadas que emanan del Sol y viajan por el espacio interplanetario). SO/PHI medirá también la velocidad del plasma en la fotosfera, la capa más interna de la atmósfera del Sol y de donde procede el viento solar.
Además, el instrumento será un banco de pruebas en sí mismo , ya que en vez de enviar los datos a Tierra para ser utilizados, los procesará en la propia nave a través de un equipo propio con una velocidad superior a la de unos cincuenta ordenadores trabajando en paralelo, lo que permitirá convertir los datos en mapas de las magnitudes físicas solares. Con este método se ahorrará en memoria y solo se enviará la información procesada nuestro planeta.
Aparte de estas entidades, en el desarrollo de Solar Orbiter han participado la Universidad Politécnica de Madrid y las empresas españolas Sener y Crisa . Además, toda la información científica que genere la misión se coordinará desde el centro de la ESA en Villanueva de la Cañada (Madrid) , lo que supone que hablemos de la misión espacial europea más española de la historia. Tanto que otro español, César García Marirrodriga , es el jefe de proyecto. Y esta misión está hoy escribiendo su primera página.