Las seis noticias científicas más impactantes de la semana
El choque de un cometa, el número de galaxias o el impulso de Obama para viajar a Marte, entre las informaciones que no te puedes perder
1
El cometa que impulsó a los mamíferos
El estudio es controvertido y tiene sus detractores, pero ha sido publicado por la prestigiosa revista Science y plantea una hipótesis interesante. Investigadores de la Universidad de Columbia han encontrado evidencias a lo largo de la costa de Nueva Jersey (EE.UU.), de que un objeto extraterrestre, probablemente un cometa, golpeó la Tierra hace unos 55 millones de años. El supuesto impacto, según los autores, pudo influir en el comienzo de un período excepcionalmente cálido por el que atravesó nuestro planeta, llamado el Máximo Térmico del Paleoceno-Eoceno, en el que las emisiones de dióxido de carbono se dispararon y las temperaturas subieron una media de 6ºC. En esa época desaparecieron muchas especies, pero muchos grupos de mamíferos se expandieron.
2
Hay muchas más galaxias de lo que creíamos
Un equipo internacional de astrónomos ha descubierto que el Universo contiene al menos dos billones de galaxias, diez veces más de lo que se pensaba anteriormente. Los resultados, que se publican en la revista Astrophysical Journal, tienen claras implicaciones en nuestra comprensión de la formación del Cosmos y nos dicen por qué el cielo nocturno es tan oscuro. Una vez más, ha sido el maravilloso telescopio espacial Hubble el que ha ayudado a los científicos a realizar su investigación.
3
Obama se compromete con Marte
Barack Obama, presidente de Estados Unidos, ha asegurado que su país enviará una misión tripulada a Marte en 2030 . En un artículo de opinión publicado este martes en CNN, Obama ha dejado claro que el Planeta rojo es el objetivo primordial de la NASA: «Hemos marcado un claro objetivo global para escribir el próximo capítulo de la historia espacial de Estados Unidos: enviar humanos a Marte en 2030 y traerlos de vuelta a la Tierra, con la ambición final de en un futuro dejarlos allí durante un tiempo prolongado».
4
Pero podemos volvernos locos en el viaje
Investigadores Universidad de California Irvine (UCI) concluyeron en un estudio publicado en Scientic Reports que viajar a Marte implicaría recibir una dosis tan alta de radiación que los astronautas correrían el riesgo de sufrir demencia crónica . Según escribió Charles Limoli, profesor de oncología radiactiva en la Escuela de Medicina de la UCI, la exposición a las partículas cargadas de alta energía -al igual que las que se encuentran en los rayos cósmicos que bombardean a los astronautas durante los vuelos espaciales prolongados- causan importantes daños cerebrales a largo plazo en roedores, lo que resulta en alteraciones cognitivas y demencia. Un estudio publicado en la revista Science en 2013 decía que la exposición acumulada, para un astronauta con billete de ida y vuelta, sin contar la estancia más o menos prolongada en el Planeta rojo, equivale a hacerse 33.000 radiografías.
5
La rata inmune al dolor
Investigadores del centro Max-Delbruck de Medicina Molecular de Berlín, averiguaron por qué la rata topo desnuda es inumne al dolor . Tal como escribieron en Cell Reports, han descifrado el mecanismo molecular que impide que el cerebro de estos animales se entere de que están mordisqueando una guindilla o que se han sumergido en agua demasiado caliente. Algo que para la mayoría de los mortales serían experiencias sumamente desagradables y dolorosas. «Creemos que la evolución ha seleccionado para esto un truco muy sutil que consisten en hacer que la señal del dolor se vuelva parcialmente no funcional, pero no totalmente, sino solo suficiente para que no se convierta en un peligro para el animal», explicó el autor principal Gary R. Lewin.
6
El lavado de cara de la Luna
Científicos de la Universidad Estatal de Arizona y la de Cornell concluyeron en Nature que la cara de la Luna es más joven de lo que creíamos y que se hace un «lifting» facial cada 80.000 años. El motivo es que la superficie lunar es bombardeada tan intensamente que el polvo de su superficie se remueve cien veces más rápido de lo que los científicos pensaban. Esto significa que los rasgos de la superficie que se consideran jóvenes lo son quizás aún más de lo previsto. Después de analizar imágenes lunares en alta resolución obtenidas por la sonda Lunar Reconnaissance Orbiter durante siete años, las observaciones identificaron 222 nuevos cráteres de impacto de más de 10 metros de diámetro, lo que supera en un 33 por ciento el número predicho por las estimaciones anteriores.