¿Quién recibe más radiación: un liquidador de Chernóbil o un astronauta?
Un investigador ruso asegura que un vuelo espacial de un año en la Estación Espacial Internacional equivaldría al mismo nivel que la dosis recibida por los trabajadores de la catástrofe nuclear

Los viajes espaciales de larga duración siguen siendo el anhelo de la Humanidad: de momento, el hombre ha llegado a la Luna y orbita la Tierra de forma constante desde la Estación Espacial Internacional (ISS); pero a corto plazo quiere plantar el pie en Marte y, con la vista puesta en el futuro, ya hay planes para travesías interestelares. Sin embargo, aún hay muchos problemas sin solución: desde conseguir la tecnología necesaria para transportar a toda una tripulación que tendrá que permanecer años en un lugar inhóspito hasta las consecuencias del espacio en la salud humana . Y en este último apartado, la radiación es una de las mayores preocupaciones de los científicos .
Aquí, en la Tierra, la atmósfera terrestre y la magnetosfera nos protegen de la dañina radiación espacial, que deteriora la función normal de las células e incluso las puede llegar a matar, provocando serios daños en el organismo humano. Por eso se están llevando a cabo diferentes experimentos en la ISS , que se encuentra a medio camino entre la seguridad de nuestro planeta y los peligros del espacio exterior -está protegida por nuestro campo magético-, para poer paliar sus efectos.
Sin embargo, estar en la ISS también conlleva peligros: «La dosis para los trabajadores de una central nuclear es de 20 milisievert (mSv) al año, mientras que para los liquidadores de accidentes en las centrales nucleares , de 200 mSv . Tras una estancia de un año en la ISS, un astronauta recibe unos 220 mSv . Es decir, recibe más o menos la dosis de un liquidador», afirma Viacheslav Shurshakov , jefe del Departamento de Seguridad Radiológica de los Vuelos Espaciales Tripulados de la agencia espacial rusa.
Y también tormentas solares
De momento, los astronautas solo permanecen hasta seis meses en la ISS -salvo el astronauta estadounidense Scott Kelly , quien pasó un año en las instalaciones como parte de una investigación para observar las consecuencias de la vida en el espacio -, pero un vuelo a Marte y la vuelta -sin contar con la estancia, que también sería necesaria-, llevaría mucho más tiempo.
Además, habría que contar con posibles y virulentas tormentas solares, fenómenos que aumentan hasta en diez veces la radiación espacial en la ISS -uno de los peligros que podía haber matado a los astronautas que viajaron a la Luna en el Apolo 11 - y que aún suponen muchos enigmas para la ciencia. «Durante las erupciones solíamos pedir a los tripulantes de la estación orbital MIR (que funcionó de 1986 a 2001) que trasladaran las literas de los camarotes al puesto central, ya que ese lugar es el más protegido de la radiación: la dosis es tres veces menor que en el camarote. En la EEI, igual», explica Shurshakov para SputnikNews .
Tecnología a prueba de radiación
Para paliar todos estos riesgos, los ingenieros rusos -con Shurshakov a la cabeza- han desarrollado un sistema de protección que esperan sea capaz de defender a los astronautas de la radiación gamma mortal durante sus vuelos a la Luna a bordo de la nave espacial Oryol ('Águila') -una sonda parcialmente reutilizable que se encuentra actualmente en desarrollo-. Esta nave «volará fuera de la magnetosfera de la Tierra, donde los impactos de los rayos cósmicos son más fuertes, lo que significa que los cosmonautas deberán proteger su órgano más vital: el cerebro », explica el investigador.
Así, se está ideando un casco espacial para mitigar los efectos, así como un traje que cuide de los órganos más comprometidos en los paseos espaciales, que son las manos, las mangas de los brazos y la cabeza. Sin embargo, aún queda mucho trabajo para conseguir una estancia segura más allá de la Tierra.