Las momias hablan: los primeros americanos, exterminados tras la llegada de los españoles
Investigadores reconstruyen la historia genética de las poblaciones indígenas de América a través de 92 momias y esqueletos precolombinos de entre 500 y 8.600 años de antigüedad
![El ADN de la momia inca «La Doncella», hallada en el monte Llullaillaco, Argentina, en 1999, fue utilizado en el estudio](https://s2.abcstatics.com/media/ciencia/2016/04/04/momia--620x349.jpg)
Las momias hablan y acusan. El primer estudio a gran escala de ADN antiguo de los primeros americanos ha confirmado los efectos devastadores de la colonización española en las poblaciones indígenas de la época. Dirigido por el Centro Australiano de ADN Antiguo (ACAD) de la Universidad de Adelaida, los investigadores han reconstruido una historia genética de las poblaciones indígenas de América mirando directamente en el ADN de 92 momias y esqueletos precolombinos, de entre 500 y 8.600 años de antigüedad.
El estudio, publicado Science Advances, revela una sorprendente ausencia de los linajes genéticos precolombinos en los indígenas americanos modernos, lo que muestra la extinción de estos linajes con la llegada de los españoles.
«Sorprendentemente, ninguno de los linajes genéticos que encontramos en casi 100 antiguos humanos están presentes, o mostraron evidencias en los descendientes, en las poblaciones indígenas de hoy en día», dice el autor principal del estudio, Bastien Llamas, investigador de ACAD. «Esta separación parece haber sido establecida hace 9.000 años y fue completamente inesperada, por lo que hemos examinado muchos escenarios demográficos para tratar de explicar el patrón».
El único escenario que se ajusta a las observaciones de los investigadores, según Llamas, «fue que poco después de la colonización inicial, se establecieron poblaciones que posteriormente se quedaron geográficamente aisladas unas de otras, y que una parte importante de estas poblaciones se extinguieron después del contacto europeo. Esto se ajusta perfectamente a los informes históricos de un colapso demográfico importante inmediatamente después de la llegada de los españoles a finales del año 1.400».
El equipo de investigación, que también incluye a miembros de la Universidad de California en Santa Cruz (UCSC) y la Escuela de Medicina de Harvard, estudió linajes genéticos maternos mediante la secuenciación de todo el genoma mitocondrial extraído de muestras de huesos y dientes de 92 momias y esqueletos precolombinos, principalmente de América del Sur.
Por el puente de Beringia
Las señales genéticas antiguas también proporcionan una sincronización más precisa de las primeras personas que entraron en América, a través del puente de tierra de Beringia, que conectaba Asia y el extremo noroeste de América del Norte durante la última Edad de Hielo.
«Nuestra reconstrucción genética confirma que los primeros americanos entraron hace unos 16.000 años a través de la costa del Pacífico, bordeando las capas de hielo que bloqueaban una ruta interior que sólo se abrió mucho más tarde», dice el profesor Alan Cooper, director de ACAD. «Se propagaron hacia el sur muy rápidamente, llegando al sur de Chile hace 14.600 años», dice.
«La diversidad genética en estas primeras personas de Asia fue limitada por las pequeñas poblaciones fundadoras que se aislaron en el puente de tierra de Beringia de 2.400 a 9.000 años», dice el autor Lars Fehren-Schmitz, de la UCSC. «Fue en el pico de la última Edad de Hielo, cuando desiertos fríos y capas de hielo bloquearon el movimiento humano y los recursos limitados habrían restringido el tamaño de la población. Este largo aislamiento de un pequeño grupo de personas fraguó la diversidad genética única observada en los primeros americanos», añade.
El doctor Wolfgang Haak, anteriormente en ACAD y ahora en el Instituto Max Planck para la Ciencia de la Historia de la Humanidad, afirma: «Nuestro estudio es el primer registro genético en tiempo real de estas cuestiones clave en relación con el tiempo y el proceso de poblamiento de las Américas. Sin embargo, para obtener una imagen aún más completa, vamos a necesitar concentrar esfuerzos en construir un amplio conjunto de datos a partir del ADN de personas vivas hoy y sus antepasados precolombinos, para comparar la diversidad más antigua y moderna».