Peces abisales, así ven en la oscuridad

Descubren un superpotente sistema de visión en especies que viven a 1.500 metros de profundidad

ABC Ciencia

En las profundidades de los océanos de la Tierra, a 1.500 metros bajo el nivel del mar, el mundo es oscuro. Hasta ahora, los investigadores creían que los peces que habitaban esos negros abismos no veían los colores. Pero estaban equivocados. Un nuevo estudio publicado en la revista «Science» ha descubierto que algunos peces abisales están equipados de un sistema visual no descrito previamente que les permite distinguir tonos entre la negrura. Estos ojos superpotentes son capaces de detectar las señales bioluminiscentes de los órganos emisores de luz que tienen muchas de las criaturas de las profundidades, y así diferenciar rápidamente a una presa de un depredador en un ambiente hostil en el que los unos se comen a los otros en la oscuridad. La investigación ha sido realizada por un equipo internacional liderado por la Universidad de Basilea (Suiza).

Los vertebrados, incluidos los humanos, utilizan dos tipos de células fotorreceptoras, bastones y conos , para poder ver . «Los conos se usan en condiciones de luz brillante, mientras que los bastones se usan generalmente con luz tenue», explica Fabio Cortesi , científico del Instituto del Cerebro de UQ Queensland.

El pez linterna tiene órganos bioluminiscentes y un mayor número de genes de rodopsina Zuzana Musilová, Charles University, Praga

Las células que nos permiten ver

Tanto los bastones como los conos contienen unas proteínas llamadas opsinas que absorben la luz en longitudes de onda específicas. La visión del color en los vertebrados se debe al hecho de que los conos usan alrededor de cuatro opsinas diferentes, una variedad que permite la sensibilidad a una amplia gama de colores. En los seres humanos, por ejemplo, estas longitudes de onda son el rango rojo, verde y azul del espectro de la luz. Es lo que nos permite apreciar el azul del cielo, el verde de las hojas de los árboles o el estallido rojo de una flor abierta.

Sin embargo, el 99% de todos los vertebrados tiene solo una opsina en sus bastones, por lo que la mayoría son ciegos al color en condiciones de luz tenue. Los peces de aguas profundas que viven entre 200 y 1.500 metros bajo la superficie no son una excepción.

«Allá abajo es muy monocromático, y la mayoría de los peces solo perciben la luz azul», afirma Fanny de Busserolles , especialista en ecología visual en aguas profundas. «Pero hemos descubierto algunas excepciones espectaculares».

Un nuevo sistema visual

Al analizar 101 genomas de peces , el equipo internacional de científicos liderados por biólogos evolutivos de la Universidad de Basilea reveló un novedoso sistema visual que, en lugar de usar una sola opsina para ver en la oscuridad, como la mayoría de los otros vertebrados, se basa en múltiples opsinas sintonizadas para cubrir una amplia gama de la bioluminiscencia emitida por organismos de aguas profundas .

El pez víbora (Chauliodus) tiene un prominente órgano bioluminiscente debajo de su ojo Wen-Sung Chung, Universidad de Queensland

«Encontramos que 13 especies tenían más de un gen de opsina de bastón, y uno, el pez espinoso plateado (Diretmus argenteus), tenía 38 de estas opsinas», afirma Cortesi. El análisis de la secuencia de genes y los experimentos sobre cómo funcionan las opsinas sugirieron que estos peces pueden captar una amplia gama de longitudes de onda de la luz , lo que significa que probablemente vean muchos colores.

Diretmus argenteus es el vertebrado con el mayor número de genes de opsina. Alexandra Viertler, Universidad de Basilea

Para el investigador, esta habilidad podría haber evolucionado como un arma de supervivencia. «Hay muchos colores de bioluminiscencia , la luz producida y emitida por organismos vivos, allí abajo, y aparece principalmente en los destellos que vienen de otros peces. Si quieres sobrevivir allí, necesitas decidir rápidamente si estás viendo un depredador o presa potencial », señala. Por ejemplo, el rape atrae a sus presas con sus órganos bioluminiscentes.

«Parece que los peces de aguas profundas han desarrollado esta visión basada en rodopsina múltiple varias veces de forma independiente, y que esto se usa específicamente para detectar señales bioluminiscentes», explica por su parte Walter Salzburger , de la Universidad de Basilea y coordinador del equipo internacional. Salzburger indica que esta característica otorga una ventaja evolutiva para ver mucho mejor tanto a las presas como a los depredadores potenciales.

Los investigadores señalan que este hallazgo puede «ayudar a redefinir el paradigma actual de la visión de la evolución de los vertebrados », tal y como ha ocurrido para otras familias al utilizar la lectura del genoma.

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