La NASA desvela dónde y cuándo caerá la Estación Espacial Internacional cuando llegue su fin
Está previsto que la ISS termine su misión a principios de 2031, cuando los últimos módulos lleven a cabo su reentrada en la atmósfera terrestre. Las partes que sobrevivan a esta operación acabarán cayendo en Point Nemo, un lugar del Pacífico conocido como 'el cementerio de naves espaciales'
El fin de la Estación Espacial Internacional (ISS) ya tiene fecha y lugar. La NASA acaba de hacer público un informe en el que expone que la infraestructura terminará su misión a principios de 2031. En ese momento, se moverá de su órbita actual de regreso a la Tierra, desintegrándose en su mayor parte por el roce con la atmósfera, y cayendo las partes supervivientes en Point Nemo , un remoto punto del Océano Pacífico alejado de posibles núcleos poblados.
El escrito, titulado como 'Informe de Transición de la Estación Espacial Internacional' , recoge los pasos que la NASA dará desde los últimos momentos de vida de la ISS hasta su total eliminación. Sin embargo, la agencia espacial estadounidense no quiere dejar de tener presencia en la órbita terrestre baja (donde lleva enviando astronautas sin interrupción desde el año 2000) con el fin de esta infraestructura, si bien a partir de entonces utilizará a empresas privadas para ello. La primera estación comercial será la de la compañía Axiom Space , quien ya ha firmado un acuerdo con la NASA para acoplar en los próximos años tres módulos propios a la ISS, donde llevará a cabo misiones de índole privada (incluido el turismo espacial).
«El primer módulo se lanzará en septiembre de 2024. Seis meses después despegará el segundo, y otros seis más tarde, el siguiente. Operaremos junto a la ISS hasta su fin. En ese momento subiremos un cuarto módulo que contará con paneles solares, que proveerán de energía a toda la infraestructura. Y haremos lo mismo que hace ahora la ISS, pero de forma privada», explicaba para ABC Michael López-Alegría , vicepresidente de Axiom Space.
Pero la compañía de López-Alegría no será la única empresa presente en la órbita baja. En diciembre, la NASA otorgó un total de 415,6 millones de dólares (algo más de 360 millones de euros) a tres compañías: Blue Origin (la compañía espacial del magnate Jeff Bezos ), Nanoracks y Northrop Grumman , con el objetivo de comenzar a trabajar en nuevos conceptos de estaciones privadas.
Por su parte, Phil McAlister , director de espacio comercial de la NASA, afirmó al respecto través de un comunicado : «El sector privado es técnica y financieramente capaz de desarrollar y operar destinos comerciales de órbita terrestre baja, con la ayuda de la NASA. Esperamos compartir las lecciones aprendidas y nuestra experiencia operativa con el sector privado para ayudarlos a desarrollar destinos en el espacio seguros, confiables y rentables».
De hecho, en el informe se detalla que la idea es contratar vuelos para, al menos, dos astronautas -posiblemente más- que viajen a estas instalaciones privadas «para continuar con la investigación básica de microgravedad, la investigación biomédica aplicada y el desarrollo continuo de tecnología de exploración e investigación humana», señala el escrito. Con estas operaciones, la NASA espera ahorrarse unos 1.750 millones de dólares (más de 1.500 millones de euros) al año.
El informe aparece un mes después de que la NASA anunciara la decisión de la administración Biden de extender la vida útil operativa de la ISS de 2024 a 2030 . La agencia espacial estadounidense incide en que las instalaciones deben funcionar de forma regular y «a pleno rendimiento» durante ese tiempo. Unas declaraciones que chocan con las últimas noticias acerca de que los astronautas rusos siguen lidiando con una fuga de aire en el módulo de servicio Zvezda . «Las 15 naciones que forman parte de la ISS trabajarán juntos para garantizar que no haya una amenaza para la viabilidad a largo plazo de la estación», afirma la NASA.
El documento también recoge que los módulos podrían dividirse para formar parte de otros puestos orbitales durante la transición. Además, se establece un plan para cambiar las operaciones a esos nuevos puestos de avanzada, y reducir gradualmente la órbita de los módulos restantes durante la segunda mitad de la década de 2020, llegando a su fin total en 2030.
El plan para 'desorbitar' la ISS
Para sacar cada módulo de su órbita y redirigirlo a la Tierra, la NASA ha ideado un plan: se acoplarán tres naves de suministro Progress , construidas en Rusia, que luego encenderán sus motores para, poco a poco, desviar su trayectoria. Durante los primeros meses de desmantelamiento está previsto que una tripulación a bordo orqueste desde el espacio las operaciones, si bien las últimas etapas (más o menos hacia 2030) se llevarán a cabo de forma remota desde la Tierra. A principios de 2031 ese equipo será el encargado de dirigir el 'baile' de descenso desde la órbita a la atmósfera terrestre de los últimos módulos, para que sus restos acaben en el conocido como cementerio de naves espaciales del Pacífico Sur, Point Nemo.
Este punto está situado entre Nueva Zelanda y la costa de Chile, a unos 2.700 kilómetros de la porción de tierra más cercana. más cercana, sería el punto objetivo para la caída de escombros. Allí descansará junto a cientos de restos de naves, inlcuida la estación espacial rusa MIR.
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