Misión OSIRIS-REx, en directo: los diez segundos de infarto de la NASA en el asteroide Bennu
La nave, del tamaño de un minibús, desciende a la roca espacial para recoger muestras y traerlas a la Tierra en 2023
La NASA retransmite en directo la peligrosa maniobra por la que la nave OSIRIS-REx «pellizcará» la superficie del asteroide Bennu , con la finalidad de recoger un puñado de pequeñas piedras y polvo que traer a la Tierra en 2023. Es una noche de gran tensión, puesto que la presencia de enormes bloques en el asteroide, a 334 millones de kilómetros de la Tierra, ponen en peligro la misión.
La agencia espacial emite un programa especial, entre las 23.00 y las 00.30, en el que varios investigadores hablan de los retos y logros de la misión y donde se informa de los principales hitos de las maniobras.
A las 23.50 tendrá lugar un cambio de trayectoria, denominado check point burn, y a las 00.00 otro, ya sobre el punto de contacto entre la nave y Bennu, llamado match point burn. A las 00.16, está previsto que la nave toque el asteroide, después de descender a 10 cm/s, en la zona Nightingale, un «aparcamiento» de 16 metros de diámetro.
Los diez segundos de infarto
Una vez allí, la nave realizará una maniobra llamada « Touch-and-Go » (algo así como «tocar e irse») y desplegará un brazo mecánico de 3,35 metros de largo que lleva en su extremo una especie de «aspiradora» para recoger y almacenar las muestras. Éste será el momento crítico: durante unos diez segundos la OSIRIS-REx tratará de recoger la preciadas muestras de la roca espacial.
Antes de eso, un sistema automático rastreará la superficie del asteroide y evaluará si el descenso es seguro, entre una distancia de 125 a cinco metros de la superficie. Hay una probabilidad del 6% de que la nave aborte el descenso, pero en teoría a las 00.16 o un poco después se confirmará que la nave ha tocado el asteroide , con los datos preliminares que llegan desde la sonda.
El éxito se conocerá dentro de unos días
Pasadas varias horas se publicarán algunas imágenes de los momentos anteriores y posteriores al contacto, con importantes indicios de si la maniobra de la nave ha sido un éxito o no. Dichas imágenes mostrarán si el brazo se ha posado correctamente o si se ha topado con uno de las grandes rocas o inmensos bloques (del tamaño de una casa) que rodean la zona Nightingale.
Mañana a las 23.00 hay una rueda de prensa donde se anunciarán los primeros resultados y se publicarán las nuevas imágenes. Sin embargo, hasta dentro de 10 días no se confirmará lo más importante: si además de contacto, la nave OSIRIS-REx ha recogido muestras de Bennu. Para ello, será necesario hacer girar la nave para calcular si dentro tiene una masa importante de muestras: esperan que recoja entre 60 y 2.000 gramos. En caso de que no se alcance esta cantidad la nave está preparada para hacer un par de intentos más.
La misión OSIRIS-REx
La maniobra de hoy es peligrosa porque desde lo que en la Tierra parecía una superficie cubierta de polvo fino resultó ser un suelo rocoso y árido , con aristas y piezas que van desde algunos centímetros hasta decenas de metros. Además, la nave tiene que descender hacia un objeto de apenas 492 metros que se mueve a 100.000 kilómetros por hora, prácticamente sin gravedad.
La sonda OSIRIS-REx despegó de Cabo Cañaveral el 8 de septiembre de 2016, llegó al asteroide a finales de 2018 y, desde entonces, se encuentra orbitándolo y realizando diversos estudios sobre su composición, estructura y actividad.
Tras el pelliezo de esta noche, la OSIRIS-REx continuará orbitando Bennu y emprenderá su camino de vuelta en 2021, portando su valiosa carga en un dispositivo sellado y al vacío, que está previsto que caiga en algún lugar del desierto de Utah en 2023 .
La importancia de esta misión radica en que Bennu es una «cápsula del tiempo» de los comienzos del sistema solar . Se cree que se formó hace unos 4.500 millones de años. Su composición, muy rica en carbono, y la presencia de agua en sus minerales, le hacen muy interesante para estudiar no solo la formación del sistema solar sino también la aparición de los precursores de la vida .
Además, Bennu es el segundo objeto más peligroso para nuestro planeta , solo por detrás del asteroide 29075 (1950 DA), según la escala de Riesgo de Impacto de Palermo , y los investigadores quieren estudiar a fondo su composición y cómo la radiación solar afecta a su trayectoria. Está previsto que en los años 2175 y 2199 haya una probabilidad de impacto contra la Tierra de 1 entre 2.700.