El meteorito que mató a los dinosaurios, un golpe de suerte para las serpientes
Capaces de sortear las consecuencias del impacto extraterrestre, estos reptiles ocuparon nichos que antes pertenecían a sus competidores

Más de uno habría deseado que se fueran con ellos. Todas las serpientes que conocemos son descendientes de un puñado de especies que sobrevivieron al impacto del asteroide que acabó con los dinosaurios y la mayoría de los seres vivos al final del Cretácico, ... hace unos 66 millones de años. Según investigadores británicos, el devastador evento de extinción fue una forma de «destrucción creativa» que permitió a las serpientes diversificarse en nuevos nichos, previamente ocupados por sus competidores.
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El estudio, publicado en 'Nature Communications', sugiere que las serpientes, de las que hay casi 4.000 especies en la actualidad, comenzaron a diversificarse en la época en que los dinosaurios agonizaban. Los científicos de la Universidad de Bath, Bristol y Cambridge argumentan que la capacidad de estos animales para refugiarse bajo tierra y pasar largos períodos sin comida les ayudó a sobrevivir a los efectos destructivos del impacto extraterrestre, la roca de unos 10 km de longitud que dejó un enorme cráter en la provincia mexicana del Yucatán. Como consecuencia, la extinción de sus competidores, incluidas las serpientes del Cretácico y los propios dinosaurios, permitió que las serpientes se movieran a nuevos nichos, nuevos hábitats y nuevos continentes.
Pitones y boas
Después, las serpientes comenzaron a diversificarse, produciendo linajes como víboras, cobras, culebras, pitones y boas , explotando nuevos hábitats y nuevas presas. La diversidad de serpientes modernas, incluidas las serpientes arbóreas, las marinas, las víboras venenosas y las cobras, y las constrictoras enormes como las boas y las pitones, surgió solo después de la extinción de los dinosaurios.
Los fósiles también muestran un cambio en la forma de las vértebras de las serpientes como consecuencia de la extinción de los linajes del Cretácico y la aparición de nuevos grupos, incluidas las serpientes marinas gigantes de hasta 10 metros de largo.
«Es notable, porque no solo están sobreviviendo a una extinción que acaba con tantos otros animales, sino que en unos pocos millones de años están innovando, utilizando sus hábitats de nuevas formas», afirma Catherine Klein, en Bath cuando se realizó este trabajo y ahora en la Universidad de Erlangen-Núremberg (Alemania).

Destrucción creativa
El estudio también indica que estos reptiles comenzaron a extenderse por todo el mundo en esta época. Aunque el antepasado de las serpientes modernas probablemente vivió en algún lugar del hemisferio sur, parece que se extendieron por primera vez a Asia después de la gran extinción.
Para Nick Longrich, del Centro Milner para la Evolución en Bath, la investigación «sugiere que la extinción actuó como una forma de 'destrucción creativa': al eliminar las especies antiguas, permitió a los sobrevivientes explotar el brechas en el ecosistema, experimentando con nuevos estilos de vida y hábitats». Como explica, «esta parece ser una característica general de la evolución: son los períodos inmediatamente posteriores a las grandes extinciones en los que vemos la evolución en su forma más salvajemente experimental e innovadora.
«La destrucción de la biodiversidad deja espacio para que surjan cosas nuevas y colonicen nuevas masas de tierra. En última instancia, la vida se vuelve aún más diversa que antes», dice.
El estudio también encontró evidencia de un segundo evento importante de diversificación en la época en que el mundo pasó de una cálida 'Tierra invernadero' a un clima frío que vio la formación de casquetes polares y el inicio de la Edad del Hielo. En definitiva, nada pudo con estas criaturas que han pasado a ser protagonistas de historias en muchas culturas y que finalmente nos engañaron para acabar expulsados del Paraíso.
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