Los huevos se avisan del peligro unos a otros
Los embriones vibran cuando escuchan las llamadas de alerta de sus padres, lo que supone una señal de estrés para el resto que tendrá cambios en el comportamiento tras el nacimiento
Investigadores de la Universidad de Vigo han descubierto algo fascinante sobre la vida antes del nacimiento. Los embriones dentro de los huevos de una especie de gaviota que habita en la isla de Sálvora, frente a las costas gallegas, envían señales de peligro a sus hermanos haciendo vibrar las cáscaras , señales que, entre otras consecuencias, hacen cambiar los niveles de la hormona del estrés de los polluelos y condicionan su comportamiento tras el nacimiento . La sorprendente investigación ha sido publicada en la revista .
Los huevos de gaviota patiamarilla ( Larus michahellis ) tardan entre 28 y 29 días en eclosionar. El experimento comenzó una semana antes, cuando los embriones aviares desarrollan el oído y responden a las señales acústicas de sus padres.
Los investigadores se dieron cuenta de que esas señales del exterior inducen a cambios epigenéticos, hormonales y de comportamiento , de forma que los polluelos que fueron expuestos a las mismas (a través de un altavoz) durante la incubación respondían más rápido al peligro tras el nacimiento. «Corren y se esconden a más velocidad en cuanto escuchan la llamada de sus padres, lo que disminuye la probabilidad de que sean cazados», señala José Carlos Noguera, responsable del estudio. En otras palabras, están más espabilados.
Pero los científicos dieron con algo aún más fascinante. Los huevos expuestos al ruido fueron devueltos a la incubadora, donde se criaban en contacto físico con otros huevos cuyos embriones nunca habían escuchado las llamadas de alarma. Cuando este segundo grupo de polluelos fue estudiado, los autores del estudio observaron los mismos cambios epigenéticos y hormonales, y el mismo comportamiento de respuesta rápida ante el peligro. ¿Qué había ocurrido?
Pistas sociales
A Noguera no le gusta hablar de comunicación, pero sí cree que se produjo «una transmisión de información de huevo a huevo» a través de la vibración de los mismos. «Hay un uso de pistas sociales, de la misma manera que si conduces por una autovía y tienes hambre, nadie te dice si en un sitio se come bien, sino que te guías por el número de coches y camiones que el restaurante tiene en la puerta», explica.
En el experimento había un tercer grupo de huevos de control que se criaron con sonidos neutros. En estos polluelos no se observaron los mismos cambios fisiológicos ni eran tan rápidos en la reacción ante las llamadas de alerta pero, curiosamente, crecieron mejor. «El estrés en la gestación tiene beneficios, pero también costes asociados», afirma Noguera. Los embriones más estresados dieron lugar a pollos más pequeños.
Noguera cree que este fenómeno de las pistas sociales durante la gestación puede producirse en más especies de aves y también entre mamíferos con camadas múltiples.
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