La hazaña de las sirenas japonesas que salvaron la vida a náufragos españoles
Un reloj recuerda esa epopeya al tiempo que simboliza la amistad centenaria entre Japón y España
En el idioma japonés el vocablo “Ama” significa literalmente “mujer buceadora”, si bien hay zonas en las que se denominan con otra terminología, por ejemplo, se las llama “uminchu” en Okinawa o “kaito” en la península de Izu. Su enigmática presencia se remonta, al menos, al siglo VII.
Estas mujeres se sumergían en las aguas, a menudo a temperaturas inferiores a los cero grados, hasta sesenta veces en una sesión de buceo, que se podía repetir tres veces al día. Se creía que por el mero hecho de ser mujeres eran más adecuadas para esta tarea, debido a que tenían una capa aislante extra de grasa en su cuerpo que les permitía contener la respiración durante más tiempo que los hombres.