Hallan pruebas de la existencia de «Resurección», una misteriosa placa tectónica perdida
Habría existido hace unos 60 millones de años bajo Canadá y habría formado los antiguos cinturones volcánicos en el estado de Washington y Alaska

Aunque la frase «poner los pies sobre la tierra» sugiera una sensación de inmovilidad y estabilidad, lo cierto es que bajo nuestros zapatos se están produciendo fenómenos geológicos que distan mucho de ser tranquilos. La litosfera , la capa superior más externa y rígida ... de la Tierra, está fragmentada en una serie de placas que se desplazan creando terremotos y maremotos y crean montañas, volcanes e islas. Y, aunque son procesos muy lentos según nuestra percepción del tiempo, la superficie de nuestro planeta ha cambiado mucho: desde el supercontiente Pangea , hace 250 millones de años, hasta formar los ocho continentes reconocidos en la actualidad, la tierra emergida no siempre ha estado igual. De hecho, han aparecido nuevas placas y desaparecido algunas otras. Este último es el caso de Resurrección , la placa perdida que ha sido motivo de debate entre los geólogos desde hace años.
Al principio del Cenozoico , hace unos 60 millones de años , en el Océano Pacífico se sabe que hubo dos placas llamadas Kula y Farallon. Sin embargo, muchos investigadores apuntaban a que podía haber una tercera, Resurrección, que formó un tipo especial de cinturón volcánico a lo largo de Alaska y del estado de Washington. Había dos corrientes : la primera, que directamente eliminaba su existencia ; y una alternativa, que afirmaba que esa placa se hundió y se movió hacia un lado y abajo, acabando por desaparecer.
Ahora, un equipo de geólogos de la Facultad de Ciencias Naturales y Matemáticas de la Universidad de Houston (UH) cree haber encontrado las pistas definitivas de que Resurrección sí existió al norte de Canadá, e incluso han simulado cómo acabó desapareciendo gracias a imágenes de tomografía computerizada. Los resultados se acaban de publicar en « Geological Society of America Bulletin ».
Cuanto más placas, más volcanes
«Los volcanes se forman en los límites de las placas, y cuantas más placas tienes, más volcanes existen», explica Jonny Wu , profesor asistente de geología en el Departamento de Ciencias de la Tierra y Atmosféricas y uno de los autores de la investigación. «Además afectan el cambio climático, por lo que cuando intentas comprender cómo ha cambiado el clima a través del tiempo, tienes que saber cuántos volcanes ha habido en la tierra».
Así es como Wu, junto con el estudiante Spencer Fuston , aplicaron una técnica desarrollada por el Centro de Tectónica y Tomografía de la UH llamada despliegue de losas para reconstruir cómo habrían sido las placas tectónicas en el Océano Pacífico durante la era Cenozoica temprana. Un modelo computerizado que muestra los pasos que durante millones de años ocurrieron bajo tierra para que Resurrección acabara desapareciendo sin dejar rastro.

Usando tecnología de mapeo 3D , Fuston aplicó la técnica de despliegue de placas a las imágenes de tomografía de manto para «extraer» las placas subducidas antes de desplegarlas y estirarlas a sus formas originales. Es decir, en base a los datos de las tomografías profundas, el equipo consiguió reconstruir el suelo de hace millones de años como una suerte de máquina del tiempo que rebobina hasta el Cenozoico, levantando y devolviendo a la superficie dicha placa. Y todo encajó a la perfección con las formaciones geológicas que formaron.
«Cuando se 'levanta' de nuevo la superficie de la tierra y se reconstruye, los límites de esta antigua placa tectónica coinciden bien con los antiguos cinturones volcánicos en el estado de Washington y Alaska, proporcionando el buscado vínculo entre el antiguo Océano Pacífico y la geografía de América del Norte», explica Wu.
«Creemos que tenemos pruebas directas de que existió la placa de la Resurrección. También estamos tratando de resolver un debate y defender el lado que respaldan nuestros análisis», afirma Fuston.
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