Un gran cerebro debido a comer fruta

Científicos relacionan el extraordinario desarrollo cerebral de los primates con la dieta y rechazan la influencia de vivir en grandes grupos

Un chimpancé come fruta James Higham
Judith de Jorge Gama

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La dieta, concretamente aquella que incluye fruta , es, según científicos de la Universidad de Nueva York, la causa de que los primates, y especialmente los seres humanos, tengan un cerebro relativamente grande en relación a su cuerpo en comparación con otros mamíferos. La investigación, publicada este lunes en la revista , aporta un nuevo punto de vista sobre las fuerzas evolutivas que condujeron a la inteligencia humana y rechaza una teoría hasta ahora bien asentada, la del cerebro social, que relaciona el tamaño del cerebro con el número de miembros del grupo en el que vive un individuo.

Un babuino se alimenta de fruta Megan Petersdorf

Los autores del nuevo trabajo creen que esas investigaciones controvertidas tenían muestras muy reducidas, así que examinaron más de 140 especies de primates , más del triple que los estudios anteriores. Y le dieron un enfoque diferente. Tuvieron en cuenta el consumo de alimentos para dividir a los animales en grupos: folívoros (aquellos que se alimentan principalmente de hojas), frugívoros (los que comen fruta), un tercer grupo que tiene una dieta mezcla de las otras dos, y el cuarto, los omnívoros (los que añaden proteínas de origen animal a su alimentación). Además, se fijaron en algunos factores de sociabilidad, como el tamaño del grupo, su sistema social y la forma de apareamiento.

Sus resultados mostraron que la dieta, y no la sociabilidad, es el factor que predice con más fuerza el tamaño del cerebro de las especies. En particular, aquellos que comían fruta exhibían cerebros significativamente mayores que aquellos que solo se alimentaban de hojas o plantas, alrededor de un 25% más de tejido cerebral. Esta diferencia también se vio en los omnívoros, pero en menor medida.

Más difícil de conseguir

Lo cierto es que el equipo no acaba de aclarar por qué comer fruta puede llevar a desarrollar un cerebro más grande, pero sugiere que puede tener relación con que esta dieta requiere de una combinación de demandas cognitivas , como localizar los lugares donde encontrarla o la recogida manual de la misma. Es decir, no vale solo con arrancar la primera hierba que se encuentra, hay que trabajárselo.

«La fruta es más irregular en el espacio y el tiempo en el medio ambiente y el consumo de la misma a menudo implica la extracción desde lugares difíciles de alcanzar o de pieles (o cáscaras) protectoras», explica Alex DeCasien, principal autor del estudio. «En conjunto, estos factores pueden conducir a la necesidad de una complejidad cognitiva relativamente mayor en las especies frugívoras», añade. Además, las recompensas energéticas de la fruta son mayores que las de las hojas. Para los autores, sus resultados son coherentes con la idea de que la carne y otros alimentos contribuyeron a los aumentos en el tamaño del cerebro de los homínidos, cumpliendo con los correspondientes mayores requerimientos de energía.

En un artículo que acompaña a la publicación del estudio, Chris Venditti, de la Escuela de Ciencias Biológicas de la Universidad de Reading (Inglaterra), aplaude la metología de DeCasien y su equipo, pero cree que la dieta no puede explicar por si sola la evolución cerebral que ha terminado en la inteligencia humana.

Venditti señala que DeCasien emplea el tamaño de grupo social como medida de complejidad social, pero este puede ser muy variable dentro de una misma especie. Por ejemplo, un estudio reciente muestra que los chimpancés viven en grupos que varían de 21 a 187 individuos. Además, el tamaño del grupo no informa sobre las interacciones dentro del mismo «y el número de relaciones distintas que tiene un individuo de un grupo es probablemente importante», señala. «Estoy seguro de que este estudio va a reorientar y reactivar la investigación para explicar la complejidad cognitiva en los primates y otros mamíferos, pero aún quedan muchas preguntas», advierte.

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