Los gorilas también tienen fronteras (y las respetan)

Son territoriales y procuran no aventurarse por las áreas en las que viven grupos rivales, un comportamiento que se asemeja al nuestro

Photograph taken by a camera trap of a western lowland gorilla in the Odzala-Kokoua National Park, Republic of Congo Germán Illera of SPAC Scientific Field Station Network

ABC Ciencia

Los humanos nos caracterizamos por establecer fronteras, poner aduanas y levantar muros para separar territorios. En ocasiones luchamos violentamente para defender esas líneas imaginarias, al igual que, como es bien sabido, lo hacen los chimpancés . En un descubrimiento que podría decir mucho sobre la evolución del comportamiento humano, un equipo internacional de científicos, entre ellos de la Universidad de Barcelona , han demostrado por primera vez que los gorilas también son territoriales . Reconocen la propiedad de regiones específicas y procuran no invadir las áreas de los grupos rivales para evitar conflictos.

Los investigadores, que han publicado sus resultados en la revista Scientific Reports , siguieron a ocho grupos de gorilas (113 individuos) utilizando una red de cámaras colocadas en 36 puntos críticos de alimentación de un área de 60 km cuadrados del Parque Nacional Odzala-Kokoua en la República del Congo.

Hasta ahora, se pensaba que los gorilas no eran territoriales, debido a la superposición de los rangos de hogar y su tolerancia de otros grupos. Esto es marcadamente diferente de los chimpancés,que muestran violencia extrema basada en el territorio.

Sin embargo, la nueva investigación descubrió que los gorilas muestran comportamientos más matizados, y sus movimientos están fuertemente influenciados por la ubicación de sus vecinos. De esta forma, es menos probable que se alimenten en un sitio visitado por otro grupo ese día.

«Nuestros hallazgos indican que existe un entendimiento entre los gorilas de la ‘propiedad’ de las áreas y la ubicación de los grupos vecinos restringe su movimiento», explica Robin Morrison , autora principal del estudio e investigadora en la Universidad de Cambridge.

«Los gorilas no imponen límites duros como los chimpancés. En cambio, los grupos pueden tener regiones prioritarias o incluso de uso exclusivo cerca del centro de su área de distribución, que podrían ser defendidas por la agresión física», señala.

Al mismo tiempo, los grupos pueden superponerse e incluso coexistir pacíficamente en otras regiones de su área de distribución. «El sistema flexible de defensa y espacio compartido implica la presencia de una estructura social compleja en los gorilas», subraya Morrison.

Según Jacob Dunn , de la Universidad Anglia Ruskin (ARU), esta nueva investigación no solo cambia lo que sabemos acerca de cómo interactúan los grupos de gorilas, sino que además «tiene implicaciones para lo que entendemos sobre la evolución humana».

Tradicionalmente la investigación comparativa sobre la evolución humana nos compara con los chimpancés, de forma que la extrema violencia territorial observada en esa especie parece proporcionar la base de nuestra tendencia a la guerra.

«Nuestra investigación amplía esto y muestra en cambio cuán estrechamente nos comparamos con nuestros próximos parientes más cercanos. Las áreas centrales de dominio de los gorilas y las grandes zonas de tolerancia mutua podrían ayudarnos a comprender la evolución social de las primeras poblaciones humanas, mostrando tanto la capacidad de la violencia en la defensa de un territorio específico y las afiliaciones entre grupos necesarias para una cooperación social más amplia», dice Dunn.

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