Los genes que te pegan a la silla de la escuela

Un consorcio científico identifica 1.200 variantes genéticas involucradas en el nivel de escolarización que alcanzará un individuo

Una joven estudia en una biblioteca Fotolia

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Los estudiantes que pasen este verano entre clases particulares y cuadernos de repaso tras un mal año académico pueden dar en casa una explicación a sus suspensos que, probablemente, no acabará de convencer a sus padres: las buenas notas se heredan . ¿Tendrían razón? Quizás, pero solo en una pequeña parte. Un equipo internacional de investigadores ha identificado más de 1.200 variantes genéticas relacionadas con el éxito educativo, entendido como la cantidad de educación formal que completa una persona. Los autores aclaran que ese conjunto de marcadores genéticos no puede predecir por sí solo hasta qué nivel de escolarización llegará un individuo, pero sí influye de una manera comparable a factores sociales tan importantes como los ingresos familiares o la educación materna.

El estudio, publicado en la revista «Nature Genetics», recoge datos de más de 1,1 millones de personas de 15 países , lo que lo convierte en uno de los más grandes de genética humana hasta la fecha.

Durante dos años, el Consorcio de la Asociación Genética de Ciencias Sociales (SSGAC) , un grupo de investigación conformado por diferentes instituciones que busca establecer vínculos estadísticamente rigurosos entre variantes genéticas, examinó la composición genética de los participantes, mayores de 30 años y de ascendencia europea. La información fue obtenida de 71 conjuntos de datos genéticos, incluidos UK Biobank (el mayor banco biológico del mundo, en Reino Unido) o la compañía de genética personal 23andMe . Además, también comprobaron su historia educativa: los años pasados en la escuela, el rendimiento en las pruebas y las habilidades matemáticas.

Un estudio anterior más pequeño ya había descubierto que 74 variantes genéticas, incluidas muchas relacionadas con el desarrollo cerebral, eran moderadamente predictivas de los logros educativos Pero ahora, al utilizar un tamaño de muestra tan grande, los autores pudieron identificar 1.271 varientas genéticas asociadas con los años pasados en la escuela. Entre ellos, algunos relacionadas con la comunicación neurona a neurona, la plasticidad sináptica y la secreción de neurotransmisores.

Pero esas variantes genéticas no dicen si un estudiante va a triunfar en el colegio o no. «Sería completamente engañoso caracterizar nuestros resultados como la identificación de los genes para la educación», señala Daniel Benjamin, de la Universidad del Sur de California en Los Ángeles. Todas las variantes juntas representan el 3,9% de la variación entre individuos en años de educación completados. Sin embargo, cuando los científicos combinaron no solo los efectos de las 1.271 variantes identificadas, sino de aproximadamente un millón que se analizaron en su documento, la puntuación era predictiva en un 11%-13%, un porcentaje comparable al de factores como el estatus familiar o la educación materna.

Ambición, familia y dinero

Los investigadores creen que se trata de una influencia importante para un resultado conductual, pero aclaran que no es de ninguna manera determinista. «Tener una puntuación poligénica baja no significa de ninguna manera que alguien no logre un alto nivel de educación», señala Robbee Wedow, del Departamento de Sociología de la Universidad de California en Boulder e investigador del Instituto de Genética del Comportamiento. A su juicio, la ambición, la situación familiar, el estatus socioeconómico y otros factores juegan un papel más importante que los genes. «Como con muchos otros resultados, es una interacción compleja entre el medio ambiente y la genética lo que importa», subraya.

Aysu Okbay, de la Universidad Libre de Ámsterdam y coautora del estudio, explica a ABC que es importante tener en cuenta que estas son tendencias promedio de la población. «Si bien el poder 'predictivo' de los genes es sustancial y útil para fines de investigación, es importante tener en cuenta que la puntuación no puede predecir la gran mayoría (89%) de variación en años de educación entre individuos. Muchos de aquellos con baja puntuación poligénica logran altos niveles de educación, y una gran proporción de aquellos con altos puntaciones no completan la universidad», señala.

Mayor rendimiento cognitivo

Estos resultados también pueden ser relevantes para la investigación médica, ya que los genes asociados con un mayor logro educativo también están relacionados con un mayor rendimiento cognitivo y volumen intracraneal, mayor riesgo de trastorno bipolar, menor riesgo de enfermedad de Alzhéimer y menor neuroticismo . De igual forma, los investigadores encontraron que los genes identificados en el análisis tienden a ser muy activos en el cerebro, especialmente en el período prenatal.

El estudio solo se enfocó en los participantes de ascendencia europea, por lo que los autores estiman que se necesita más investigación que incluya a individuos de diversos orígenes para descubrir variantes genéticas adicionales asociadas con el rendimiento académico. Lo que está claro es que por muy buenos genes que uno herede, si no abre un libro y ejercita los codos, difícilmente va a conseguir sacarles partido.

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