Gastornis, un «avestruz» de casi dos metros de altura y una cabeza tan grande como la de un caballo

Se cree que vivió hace 53 millones de años en una isla del Ártico, que entonces estaba poblada por bosques, cocodrilos, tortugas y primates.

El «Gastornis» se alimentaba de frutos, semillas y hojas Marlin Peterson

ABC

Su cabeza era tan grande como la de un caballo, así que no sorprende que este coloso no pudiera volar, a pesar de ser un ave. Vivió hace 53 millones de años en el Ártico, y los investigadores publicaron nuevas pruebas fósiles de su existencia este lunes, en la revista « Scientific reports ».

Los científicos, de la Academia China de Ciencias, en Beijing, y de la Universidad de Colorado en Boulder , han asignado unos fósiles a una criatura conocida como «Gastornis» , y que, según los restos encontrados, midió más de 1,80 metros de altura. Además de esta deducción, los investigadores han examinado con gran detalle unos restos cuya procedencia ha sido el objetivo del debate de los paleontólogos desde los años setenta. Ahora, por primera vez, los científicos podrían estar a punto de cerrar el círculo en torno a ellos, y relacionarlos con una formidable criatura que también vivió en Asia y Europa. Gracias a esto, se podría colocar una pieza más en el puzzle de la naturaleza del pasado y entender un poco mejor la del presente y del futuro.

Fósiles encontrados en Ellesmere Thomas A. Stidham, Jaelyn J. Eberle

«Sabíamos que había fósiles de aves por aquí arriba (en la Isla de Ellesmere, Canadá) pero también sabíamos que eran muy raros», ha dicho Jaely Eberle , investigador y coautor del estudio. Por tanto, las dificultades de asignar los restos fósiles de Ellesmere a un animal en concreto eran muchas, pero otros investigadores informaron del hallazgo de huellas de grandes aves fosilizadas en la región.

Del bosque al hielo permanente

Hace 53 millones de años la Isla de Ellesmere era quizás como un bosque de cipreses del sureste del Estados Unidos actual. Aunque hoy en día la zona tiene un clima gélido y extremadamente seco, entonces había tortugas, primates, cocodrilos e incluso mamíferos similares a hipopótamos y rinocerontes.

Se cree que en ese idílico panorama, «Gastornis» usaba su enorme pico para alimentarse de hojas, nueces, semillas y fruta dura. Pero, con la llegada del invierno ártico, las horas de luz eran tan escasas como lo son hoy en día, por lo que la fauna y la flora tenían que hacer frente a numerosos retos.

Los investigadores sugieren que su trabajo puede tener implicaciones para entender los efectos del rápido calentamiento del Ártico a causa del efecto invernadero. «La capa de hielo permanente del Ártico, que ha estado ahí durante milenios, está en vías de desaparecer», ha dicho Jaely Eberle. « No estoy sugiriendo que vayan a volver los cocodrilos o las tortugas gigantes. Pero lo que sabemos acerca de los períodos cálidos del pasado (como los descritos más arriba) nos pueden dar una idea muy aproximada acerca de lo que podemos esperar en las poblaciones de plantas y animales en el futuro».

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