Gaia ha muerto. Bienvenidos a «Gaia 2.0»

La famosa teoría de autorregulación de la Tierra alcanza un nuevo nivel con la intervención humana

La hipótesis de Gaia dice que todos los seres vivos de la Tierra forman parte de un sistema capaz de autorregularse Archivo
José Manuel Nieves

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Según la hipótesis original de Gaia , formulada por James Lovelock y Lynn Margulis en 1969 (aunque no publicada hasta diez años después), todos los seres vivos de la Tierra forman parte de un sistema a escala planetaria que es capaz de autorregularse . Y que ha logrado mantener las condiciones para la vida durante los últimos 3.500 millones de años a pesar de amenazas como un sol que fue mucho más brillante, erupciones volcánicas masivas y el bombardeo, a lo largo de la existencia de la Tierra, de gigantescos y mortales meteoritos.

Hasta ahora, Gaia había operado sin ninguna clase de previsión o planificación por parte de los organismos, pero la evolución de los humanos, y su tecnología, están cambiando profundamente las cosas.

Según Tim Lenton, profesor de la Universidad de Exeter, y el famoso sociólogo de la ciencia francés Bruno Latour, los humanos tienen ahora el potencial de "actualizar el sistema operativo planetario" para crear lo que han denominado "Gaia 2.0" .

De hecho, en un artículo de perspectiva publicado esta misma semana en Science , los investigadores opinan que los seres humanos y su imparable evolución tecnológica podría ser capaz de agregar "un nuevo nivel de autoconciencia" a la autorregulación de la Tierra . En otras palabras, nuestro mundo buscaría la forma de adaptarse a la acción de los humanos, igual que lo hizo durante otras situaciones cambiantes y amenazadoras . Pero, por primera vez, lo hará "de acuerdo" con los propios humanos.

Para los científicos, a medida que los humanos nos volvemos más conscientes de las consecuencias globales de nuestras acciones, incluido el cambio climático, puede desarrollarse un nuevo tipo de "autorregulación deliberada" en la que nosotros mismos decidamos limitar nuestro impacto sobre el planeta.

En su artículo, Lenton y Latour sugieren que esta "elección de conciencia" para autorregularse introduce un "nuevo estado fundamental de Gaia", uno que podría ayudarnos a conseguir una mayor sostenibilidad global en el futuro.

Sin embargo, esa autorregulación consciente de sí misma depende de nuestra capacidad de monitorizar y modelar continuamente el estado del planeta y nuestros efectos sobre él.

Economía circular

Para Lenton, Director del nuevo Global Systems Institute de Exeter, "si queremos crear un mundo mejor para la creciente población humana de este siglo, entonces debemos limitar los impactos en nuestro sistema de soporte vital y crear deliberadamente un economía circular que dependa, como la biosfera, del reciclaje de materiales impulsados por energía sostenible ".

Según la teoría original de Gaia de Lovelock y Margulis, los componentes orgánicos e inorgánicos de la Tierra evolucionaron juntos como un único sistema autorregulado que puede controlar la temperatura global y la composición atmosférica para mantener su propia habitabilidad. Lenton y Latour, sin embargo, ofrecen una nueva solución a la celebre hipótesis:

La estabilidad proviene de una "selección secuencial" en la que las situaciones en que la vida desestabiliza el medio ambiente tienden a ser de corta duración, dando lugar a sucesivos cambios adicionales hasta que surge una situación estable, que luego tiende a persistir.

Una vez que esto sucede, el sistema dispone de más tiempo para adaptarse y adquirir nuevas propiedades que le ayudan a estabilizarse y mantenerse, un proceso conocido como "selección solo por supervivencia".

En otras palabras, y dado que los humanos también formamos parte de Gaia , nuestra propia autorregulación consciente se convertiría, esta vez, en una parte importante de su capacidad de autorregeneración. Una visión, desde luego, mucho más optimista con respecto al futuro. Bienvenidos, pues, a Gaia 2.0 .

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