FameLab 2019
Iñaki Echevarría, ganador del concurso de monólogos científicos FameLab España 2019
será el encargado de representar a España en la final internacional de FameLab que se celebrará en junio durante el festival de ciencia de Cheltenham (Reino Unido)
¿Los obstáculos son siempre perjudiciales? Iñaki Echevarría (Pamplona), máster en modelización e investigación matemática discrepa. Y el físico Dirk Helbing también. Este último demostró que fenómeno FIS (en inglés «faster is slower» o «más rápido es más lento»), por el que una evacuación puede ser más lenta si las personas intentan escapar rápido, ya que se forman atascos. Pero puede ser resuelto colocando un obstáculo cerca de un punto de salida, como señaló Helbing.
Para ello, utiliza un artilugio parecido a un reloj de arena y en el que se puede observar que, sorprendentemente, las bolas de su interior pasan mejor al otro lado cuando se topan con este obstáculo. Sin embargo, aún queda por comprender bien esta reciente teoría para poder aplicarse con grupos de personas y estudiantes vascos, tal y como Echevarría explica en «Déjame salir», el monógolo ganador de la séptima edición de FameLab España, el concurso de monólogos científicos organizado por la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (Fecyt) y el British Council con la colaboración de la Obra Social «la Caixa». El pamplonica, que ha recibido el premio de manos de Doña Letizia , será el encargado de representar a España en la final internacional de FameLab que se celebrará en junio durante el festival de ciencia de Cheltenham (Reino Unido), el lugar donde surgió este certamen.
Junto a Echevarría, el jurado -formado por la doctora en Neurociencias Carmen Agustín Pavón ; el físico Marcos Pérez Maldonado ; y la física teórica y periodista científica Pampa García Molina - ha nombrado primera finalista a Mariola Penadés (Valencia), quien ha preguntado al público sobre si uno mismo es capaz de escuchar sus propios pasos, saber de qué sabor es su propia saliva o notar todo el rato el roce del pantalón con la piel. La respuesta a todas estas preguntas es no. Tu cerebro obvia todo esto para ser más eficaz, tal y como la doctora en Veterinaria y máster en Psicobiología y Neurociencia Cognitiva en su monólogo «El silencio de mis neuronas». «No pasa lo mismo con el que come palomitas a tu lado en el cine: él no se escucha masticar, así que no le culpes», continúa tras mostrar con un péndulo de Newton con luces cómo se comunican entre sí las neuronas para aumentar la eficacia de nuestro cerebro sin que nosotros seamos conscientes.
Y, como segundo finalista, el jurado ha nombrado a Kevin Fernández-Cosials (Madrid). ¿Por qué las tuercas de una central nuclear tienen el tamaño de un puño cerrado y no son ni más grandes ni más pequeñas? Porque un ingeniero evaluó el riesgo, que es el resultado entre la probabilidad de que ocurra el accidente, por ejemplo, una catástrofe nuclear; multiplicado por sus consecuencias, que pueden llegar a ser las de Chernóbil. Tomando estos hechos, podemos pensar «entonces, mejor cuanto más grande». Fernández-Cosials habla en su monólogo «Risky Bussiness» que es aquí donde entra otro factor: la influencia de los sentimientos humanos. Al escuchar sobre Chernóbil, nos asustamos, lo que implica que busquemos mayor seguridad, aunque ésta esté garantizada. Ese «por si acaso». Además, es inevitable. ¿Esto es malo? El ingeniero industrial y Master en Ciencia y Tecnología nuclear es tajante en su charla: «No, pero debemos ser conscientes que las emociones humanas pueden influir incluso en el diámetro de una tuerca».
Los otros finalistas
Otros cinco investigadores han llegado hasta la final celebrada en el Teatro Gran Maestre de Madrid. Son los siguientes:
En “Una tregua vital”, Francisco Algaba (Albacete), bioquímico y Master en Biomedicina, nos propone un escenario de guerra bastante pintoresco: el que se produce en un embarazo. A pesar de que el cuerpo humano está hecho para rechazar cuerpos extraños, como pasa en los trasplantes, durante la gestación, dos seres independientes se encuentran unidos por la placenta. En este momento, y durante los nueve meses siguientes, los sistemas inmunitarios de ambos firman una tregua temporal. Sin embargo, la paz siempre es frágil. Si la madre adquiere hábitos poco saludables, como una mala alimentación o el sedentarismo, las células “no rompe la tregua, pero empiezan a conspirar”, afirma Algaba -quien está preparando una tesis doctoral sobre la diabetes gestacional-, explicando que este tipo de comportamientos puede dar lugar a consecuencias en los niños, incluso a largo plazo. “Nuestros actos siempre tienen consecuencias”, sentencia.
Marina Alonso (La Rioja) trabaja con abejas y avispas, y la pregunta recurrente a la que más se enfrenta es “¿alguna vez te han picado?”. Y la respuesta es también la misma: “no”. Porque aunque la gente piense que estos insectos, de la numerosa familia Hymenoptera, son máquinas de provocar picaduras, solo atacan cuando se sienten en peligro. Alonso explica que su historia se remonta mucho más allá que la de los dinosaurios, los mamíferos e incluso nosotros mismos, tal y como explica en su monólogo “Picar o no Picar”.
“El grueso de los mortales piensa que las bacterias son seres aburridos que causan enfermedades y poco más. Pero en realidad pueden hacer cosas súper chulas”, explica Andrea Muras (Pontevedra), Master en Biotecnología. Entre las cosas “chulas” se encuentra la comunicación entre ellas para saber que son muchas cerca como para vencer en la guerra de la infección y ponerse a lucir. Sin embargo, hay otras que son capaces de anular esta “conversación”, lo que puede resultar la clave para prevenir y tratar las infecciones del futuro causadas por las llamadas “superbacterias” resistentes a los antibióticos, de las que se estima tendrán mayor incidencia en la mortalidad que el temido cáncer. Muras lo cuenta en el monólogo finalista “Silenciando al enemigo”.
El envejecimiento es una preocupación universal, no solo por las consecuencias estéticas, sino en la salud. Y es inevitable, porque vivimos en un ambiente hostil, “más que una película de Tarantino”: radiaciones, agentes químicos, contaminación. David Sanfeliu (Valencia), graduado en Biotecnología y Master en Genética y Genómica, cuenta con gracia en su monólogo “El concurso de tu vida” como a lo largo de los años vamos coleccionando papeletas para que nuestras células acaben premiadas en la rifa de las enfermedades. Y, de momento, nadie puede escapar a esta “ruleta de la fragilidad”, aunque los científicos con Sanfeliu investigan para seguir participando en el juego de la vida un poco más (y mejor).
La basura es oro. Al menos, vale más de lo que el común de los mortales piensa, según relata Mari Luz Cádiz (Cádiz). Esta bióloga, Máster en Biotecnología y doctorada en Química toma algo tan simple como la piel de una naranja y lo convierte en forraje para vacas “instagramers” o en productos de belleza en su monólogo “La basura del futuro”. La gaditana reflexiona acerca de cómo la economía circular otorga valor a cosas que normalmente tiramos sin mayor reparo.
La cantera de FameLab
Echeverría se suma a la lista de nombres de investigadores españoles que han ganado este galardón, en el que se incluyen el matemático y presentador del programa de televisión “Órbita Laika” Eduardo Sáenz de Cabezón ; los biólogos Ricardo Moure , Álvaro Morales y Alba Aguión ganaron la segunda, tercera y cuarta edición, respectivamente; y los matemáticos Pedro Daniel Pajares y Juan Margalef .
FameLab se ha convertido en una lanzadera de la divulgación científica contada de forma diferente, como es el caso del proyecto Big Van, formado por finalistas de las ediciones anteriores, con una intensa actividad divulgativa y actuaciones de contenido científico en congresos, teatros y eventos en España e Iberoamérica.