Exposición de Santiago Ramón y Cajal en el Museo Nacional de Ciencias
Durante el año que la muestra se mantendrá abierta al público, el espectador podrá contemplar óleos, fotografías, dibujos, material de laboratorio, instrumentos y cuadernos científicos, así como premios y distinciones
Fotógrafo, pintor, docente, humanista, artista y, sobre todo científico. Estas facetas se podrán contemplar en la exposición Santiago Ramón y Cajal , que acaba de inaugurarse en el Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC). La muestra presenta una selección de más de un centenar de piezas, entre las conservadas en el Legado Cajal. Estas piezas, todas ellas originales de Cajal y de algunos de sus discípulos más destacados, poseen un incalculable valor científico e histórico.
Durante el año que la muestra se mantendrá abierta al público, el espectador podrá contemplar óleos, fotografías, dibujos, material de laboratorio, instrumentos y cuadernos científicos, así como premios y distinciones. Entre las diferentes piezas destaca su primer diario de laboratorio, donde aparecen sus primeros dibujos de células nerviosas, que se han expuesto en escasas ocasiones.
Todo ello, unido a la exhibición de una serie de objetos personales y libros no científicos que glosan la faceta humanística de Cajal, hacen que el visitante pueda comprender, recorriendo las distintas vitrinas temáticas de la muestra, por qué Cajal es considerado el padre de las neurociencias modernas y uno de los científicos más admirados y respetados del mundo.
La exposición, realizada en colaboración con el Instituto Cajal del CSIC, contará con 120 metros cuadrados en los que se exponen piezas clave en su legado como el diploma y la medalla del premio Nobel en Fisiología o Medicina, concedido en 1906, junto a Camillo Golgi. La técnica de Golgi, que permitía colorear las células cerebrales mediante una reacción química, fue refinada por Ramón y Cajal, de tal modo que pudo apreciar más detalles del impenetrable «bosque neuronal» y concebir así la organización de la circuitería cerebral formada por células individuales (neuronas), derribando la teoría anterior que presuponía la existencia de una red neuronal difusa.