La espectacular imagen de una estrella gigante desvela cómo será la muerte del Sol
Situada a 320 años luz de distancia, su atmósfera se ve afectada por ondas de choque potentes e inesperadas
Un equipo de astrónomos de la Universidad Tecnológica de Chalmers ha observado por primera vez detalles de la superficie de una estrella situada a 320 años luz de distancia en la constelación de Hydra. La gigante roja W Hydrae tiene la misma masa que el Sol y está envejeciendo. Las imágenes del telescopio ALMA en Chile muestran que es gigantesca, su diámetro es dos veces el tamaño de la órbita de la Tierra alrededor del Sol , y que su atmósfera se ve afectada por ondas de choque potentes e inesperadas. La investigación se ha publicado en Nature Astronomy.
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W Hydrae , que tiene unos mil millones de años más que el Sol, es un ejemplo de una estrella AGB (rama asintótica gigante), un período de evolución estelar en el que las estrellas son frías, brillantes, viejas y pierden masa a través de los vientos estelares. El nombre deriva de su posición en el famoso diagrama de Hertzsprung-Russell, que clasifica las estrellas de acuerdo con su brillo y temperatura.
«Nuestras mediciones del punto brillante sugieren que hay poderosas ondas de choque en la atmósfera de la estrella que alcanzan temperaturas más altas de lo que predicen los modelos teóricos actuales para las estrellas AGB», señala Theo Khouri, astrónomo de Chalmers y miembro del equipo.
Una posibilidad alternativa es al menos tan sorprendente: que la estrella estaba experimentando una llamarada gigante cuando se hicieron las observaciones.
Los científicos están llevando a cabo nuevas observaciones, tanto con ALMA como con otros instrumentos, para comprender mejor la sorprendente atmósfera de W Hydrae. «Es humillante ver nuestra imagen de W Hydrae y ver su tamaño en comparación con la órbita de la Tierra. Nacemos del material creado en estrellas como esta, por lo que para nosotros es emocionante tener el desafío de comprender algo que nos dice tanto sobre nuestros orígenes y nuestro futuro», indica la astrónoma Elvire De Beck, que también ha participado en la investigación.