El CSIC cede la licencia de sus test de anticuerpos de Covid-19 para que lleguen al tercer mundo
La iniciativa, respaldada por la OMS, permitirá producirlos a precio asequible en países sin recursos
Cuando el SARS-CoV-2 empezó a hacer estragos en Europa, un equipo del Centro Nacional de Biotecnología CNB-CSIC se puso manos a la obra para intentar aportar algo con lo que luchar contra el coronavirus. Así surgió un test serológico de anticuerpos sencillo y barato y casi 100% fiable. Apareció en el mercado en otoño de 2020 y ahora, un año después, esa herramienta puede llegar a mucha más gente de lo que esperaban, en todo el mundo. El CSIC ha puesto esta tecnología a disposición de los países en vías de desarrollo a través de un acuerdo con la organización de salud pública Medicines Patent Pool (MPP), respaldada por la ONU. Bajo la supervisión de la Organización Mundial de la Salud (OMS), podrá fabricarse donde sea necesaria a muy bajo precio, ya que el CSIC no cobrará regalías por ello.
La firma del acuerdo se ha llevado a cabo esta mañana en la sede madrileña del CSIC, con la presencia de representantes de las instituciones implicadas y de la ministra de Ciencia e Innovación, Diana Morant , quien lo ha calificado de «hito», ya que se trata de la primera vez que un centro público de investigación cede una licencia a través de la iniciativa C-TAP de la OMS para facilitar el acceso igualitario a tecnologías sanitarias contra el covid-19. Cualquier país que la demande tendrá acceso a ella de manera no exclusiva y transparente.
Mariangela Simão , subdirectora general para el Acceso a Medicamentos, Vacunas y Productos Farmacéuticos de la OMS, ha puesto en valor la iniciativa. «La pandemia no ha pasado. La situación es muy compleja en muchos países. Necesitamos diagnósticos disponibles y creo que este es un importante paso en esa dirección», ha dicho. «Más países tendrán la capacidad de producir estos test y podrán proteger a su gente», ha subrayado.
El test, producido en España por la empresa Imnunostep, utiliza una técnica llamada ELISA basada en unas proteínas virales que antes no se habían empleado en diagnóstico. Permite saber con un altísimo nivel de confianza si una persona posee anticuerpos contra el nuevo coronavirus, y si provienen de la vacuna o son consecuencia de que ha estado en contacto con el virus.
Precisamente, Charles Gore , director ejecutivo de MPP, ha resaltado la importancia de llevar a cabo el diagnóstico. A su juicio, «es bastante tarde, pero no demasiado tarde. La pandemia no se va y tenemos tiempo para cambiar su curso». La iniciativa «va a ser, sin lugar a dudas, un punto de inflexión que va a alentar a otras organizaciones a hacer lo mismo». Según ha expresado, es un ejemplo de lo que es compartir frente a «muchos comportamientos egoístas» que se han producido durante la pandemia.
«Esfuerzo planetario»
Morant ha destacado la importancia de que los test serológicos lleguen a los países menos favorecidos, «donde miles de millones de personas siguen condenadas a vivir bajo el yugo del riesgo mortal del virus». «Muchos de los problemas de nuestras sociedades no conocen fronteras, pero no todos los países tienen los recursos suficientes para hacerles frente. El virus seguirá amenazando a todos, vivan donde vivan, mientras no consigamos controlarlo en los cinco continentes», ha advertido para después añadir: «La única forma de acabar con la pandemia pasa por un esfuerzo planetario. Nadie estará a salvo hasta que todos estemos a salvo». La ministra también ha enfatizado el hecho de que estas herramientas sean fruto de la ciencia pública.
Antes de la intervención de Morant, el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus , ha agradecido en un vídeo la generosidad del CSIC al firmar el convenio. «Esto es lo que pasa cuando los países trabajan juntos y por el bien común», ha afirmado, al tiempo que hacía un llamamiento a todos los desarrolladores de vacunas y test diagnósticos a seguir este ejemplo.
«Desde el principio de la pandemia, hemos intentado hacer todo lo posible por desarrollar tecnologías para combatir el virus y transferirlas lo antes posibles al sector productivo para que lleguen a los ciudadanos, no solo en España sino en todo el mundo», ha afirmado Rosa Menéndez , presidenta del CSIC. Si el proyecto tiene éxito «lo repetiremos en el futuro. Animo a las instituciones privadas y públicas a actuar de la misma manera. Solo así se solucionarán los problemas».