El cometa más grande de nuestro tiempo está activo

Un telescopio robótico en Sudáfrica ha detectado la imagen borrosa de su coma

El cometa C / 2014 UN271 (Bernardinelli-Bernstein). La nube difusa es la coma del cometa LOOK / LCO

ABC Ciencia

Un equipo de astrónomos del Observatorio Las Cumbres (LCO), una red global de telescopios de iniciativa privada y sin ánimo de lucro, ha descubierto actividad en el cometa más grande de nuestro tiempo, cuyo hallazgo fue anunciado el pasado junio. Según estimaciones previas, el núcleo del objeto, que llega de los confines del Sistema Solar, mide más de cien kilómetros y es miles de veces más masivo que cualquier cometa ordinario.

La roca colosal, bautizada como C/2014 UN271 Bernardinelli-Bernstein en honor a sus dos descubridores, fue localizada en los datos del Estudio de Energía Oscura (DES), llevado a cabo con el Telescopio Víctor M. Blanco de 4 metros en el Observatorio Cerro Tololo (CTIO) en Chile entre 2013 y 2019. En un principio, no había indicios de actividad. Sin embargo, un telescopio robótico ubicado en Sudáfrica perteneciente al LCO observó hace unos días la imagen borrosa de una coma en una imagen del cometa.

«Como somos un equipo con base en todo el mundo, resultó que era mi tarde, mientras los demás dormían. La primera imagen tenía el cometa oscurecido y mi corazón se hundió. Pero luego, las otras fueron lo suficientemente claras y... ¡Dios, allí estaba, definitivamente un pequeño y hermoso punto borroso!», dice Michele Bannister, de la Universidad de Canterbury de Nueva Zelanda.

En efecto, el análisis de las imágenes de LCO mostró una coma borrosa alrededor del objeto, lo que indica que estaba activo y que de hecho es un cometa, a pesar de que todavía se encuentra a una distancia notable de más de 2.800.000.000 km, más del doble de la distancia de Saturno al Sol.

Una década de estudio

Los investigadores estiman que el cometa tiene más de 100 km de diámetro, más de tres veces el tamaño del siguiente núcleo de cometa más grande que conocemos, el Hale-Bopp, que fue descubierto en 1995. No se espera que este cometa se vuelva brillante a simple vista. Seguirá siendo un objeto telescópico porque su distancia más cercana al Sol seguirá estando más allá de Saturno. Los astrónomos tendrán más de una década para estudiarlo, ya que alcanzará su aproximación más cercana al Sol en enero de 2031.

«Ahora hay una gran cantidad de estudios, como el Zwicky Transient Facility y el próximo Observatorio Vera C. Rubin, que están monitoreando partes del cielo todas las noches. Estos estudios pueden proporcionar alertas si uno de los cometas cambia de brillo repentinamente y luego podemos activar los telescopios robóticos de LCO para obtener datos más detallados y una mirada más larga al cometa cambiante mientras el estudio se mueve hacia otras áreas del cielo», explica Tim Lister, científico de LCO. «Los telescopios robóticos y el software sofisticado de LCO nos permiten obtener imágenes de un nuevo evento dentro de los 15 minutos posteriores a una alerta. Esto nos permite estudiar realmente estos arrebatos a medida que evolucionan».

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