Los científicos piden cambios «urgentes» en la Ley de la Ciencia
La COSCE reclama en un informe la «refundación» del sistema nacional de ciencia y advierten de la necesidad de aumentar la financiación y retener el talento
La Confederación de Sociedades Científicas de España (Cosce), que agrupa a 42.000 investigadores de todo el país, ha hecho público un informe «de urgencia» en el que reclaman «medidas contundentes» ante la polémica nueva Ley de la Ciencia de Pedro Duque. Los firmantes expresan la necesidad de «refundar» el sistema científico español para «aumentar considerablemente la financiación pública, incentivar la privada» y retener el talento. Acusan al Ministerio de Ciencia de establecer los objetivos de la reforma, que consideran «muy limitados», de forma unilateral y reclaman participar en la misma, para que el contenido de la ley no resulte vacío.
En nombre de la comunidad científica española, el informe recuerda que la I+D constituye «una (magnífica) inversión, no un gasto» y que de ella depende «el futuro de España». Por ello piden una Ley de Bases que, sin quedarse obsoleta cada diez años, contemple la creación de una Oficina de Asesoramiento en Ciencia y Tecnología de la Presidencia del Gobierno con carácter permanente e independiente, en la que colaboren científicos, tecnólogos, innovadores y expertos «de la máxima competencia» que actuarán como asesores. Según el texto, ninguna figura actual cubre ese cometido.
Los autores también creen recomendable establecer una Vicepresidencia del Gobierno de Ciencia, Tecnología, Innovación y Universidades que gestione y coordine la acción del Gobierno y sus Ministerios en lo competente a la elaboración y ejecución de las políticas científicas dentro de las políticas públicas. Igualmente, piden refundar la Agencia Estatal de Investigación (AEI), a la que consideran «claramente infrafinanciada» y sin agilidad para gestionar adecuadamente los proyectos de investigación, sus convocatorias periódicas, etc. «También es necesario disminuir la gran burocracia actual -afirman-, que constituye una barrera frente a la agilidad que requiere la investigación y que coarta la libertad e iniciativa de los investigadores». Igualmente apuesta por establecer un sistema de seguimiento y evaluación de los resultados de esta institución.
Más financiación
En otro punto, el manifiesto reclama aumentar «muy considerablemente» la financiación pública de la ciencia e incentivar la privada mediante figuras como el mecenazgo o desgravaciones fiscales. Recuerda que el gasto de España en I+D se sitúa en torno al 1,24% del PIB, de la que solo el 0,52% corresponde a participación pública (datos de 2018). « Estas cifras resultan paupérrimas al compararlas con los países desarrollados a cuyo entorno pertenecemos; son varios los países europeos que, como Alemania, superan el 3% del PIB», señala. Además, denuncia que una parte de los fondos destinados a la innovación empresarial quedan sin ejecutar.
Atraer a los expatriados
Los autores creen necesario aumentar el número de investigadores en España por millón de habitantes (ahora muy por debajo de la media europea y de países como Chequia o Lituania) y atraer a científicos expatriados cualificados, y a otros científicos de primer nivel. Según explican, los programas actuales con ese objetivo, como el Ramón y Cajal o ICREA, tienen un alcance limitado por la escasa cuantía de los fondos que reciben. «La situación de los científicos jóvenes en España es extraordinariamente difícil a pesar de su alta cualificación», reconocen.
«La incorporación de savia nueva al sistema de I+D no sólo es cuestión de justicia, sino que es esencial dado el envejecimiento general de las plantillas y las próximas jubilaciones masivas en los Organismos Públicos de Investigación (OPI) y las Universidades», subrayan. De igual manera, reclaman cambiar el sistema de gestión y seguimiento de los fondos públicos, eliminando el exceso de burocracia y garantizando su eficiencia.
Precariedad y temporalidad
Las sociedades científicas también piden atajar «la elevadísima precariedad y temporalidad del sector». Para ello, estiman necesaria una «perspectiva de trayectoria científica» para los que empiezan y estabilidad y promoción del mérito para los veteranos. Para atraer y retener el talento, están a favor de mecanismos de 'tenure-track' que sirvan para integrar eficazmente a las personas incorporadas a las plantillas de los centros de destino. Reclaman que se permita a las entidades «tener procedimientos que les permitan atraer y retener talento, que los puestos sean abiertos eliminando trabas administrativas y que les permita negociar y ofrecer salarios competitivos».
Para la Cosce, «la ciencia debe ser tratada como un asunto de Estado, puesto que de ella depende el bienestar social y el desarrollo de las sociedades modernas». En este sentido, «debería ser innecesario recordar en estos difíciles momentos, ante la actual pandemia, el imprescindible papel de la ciencia, desde el desarrollo de las vacunas a la creación de Internet, para resaltar su papel esencial en el bienestar de la sociedad», concluye.
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