Reo, el chimpancé con parálisis que ha vuelto a caminar gracias a una pantalla táctil
El simio quedó paralizado hasta el cuello por una enfermedad, pero lejos de rendirse, sus cuidadores lograron rehabilitarle con tareas cognitivas
Reo , un chimpancé macho, tenía 24 años de edad en 2006 cuando su cuerpo quedó paralizado desde el cuello hasta la punta de los pies a causa de una enfermedad. Parte de su médula espinal sufrió una inflamación que terminó en una tetraparesia aguda, que debilita las cuatro extremidades. Los primeros diez meses desde entonces fueron terribles, con el simio acostado sobre su espalda, incapaz de realizar ningún movimiento. Pero sus cuidadores del Instituto de Investigación de Primates de la Universidad de Kyoto en Japón no se dieron por vencidos. Poco a poco, el animal se recuperó lo suficiente para sentarse y más tarde podían tirar de él en posición vertical mediante el uso de cuerdas suspendidas. Después de aplicar una fisioterapia intensiva durante un período de 41 meses seguidos, fue capaz de levantarse apoyándose solo en sus brazos.
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Un logro tremendo para Reo y sus cuidadores, pero la verdadera historia de superación empieza ahora. En su trabajo habitual, estos investigadores japoneses utilizan ordenadores y pantallas táctiles para estudiar la cognición y la percepción de los chimpancés, así que se les ocurrió recurrir a la misma tecnología para animar a Reo a caminar e integrarlo de nuevo con los otros doce animales que viven en el instituto. Nunca antes se había hecho algo semejante.
En su juventud, Reo había aprendido cómo realizar tareas cognitivas en una pantalla táctil, y al hacerlo se había acostumbrado a recibir recompensas de comida cada vez que las hacía bien. Así que los investigadores colocaron un monitor de ordenador en una de las paredes del centro. No fue un camino de rosas, desde luego. El equipo de investigación tuvo que cambiar su táctica siete veces antes de que recibieran la cooperación de un Reo un tanto receloso. Pero cuando el animal se animaba y completaba una tarea con éxito, se le colocaba una recompensa de comida en el lado opuesto de la habitación. Esto significaba que Reo tenía que moverse al menos dos metros para llegar a su golosina. Para iniciar una nueva tarea en la pantalla, tenía que hacer el recorrido de vuelta.
Pasos de pingüino
Al principio, Reo podía alcanzar su tentador regalo ayudándose de una cuerda de asistencia, pero poco a poco el chimpancé comenzó a trasladarse en una posición más erguida que se parecía a la graciosa manera como un pingüino camina sobre la tierra. Las sesiones de rehabilitación le animaron a aumentar considerablemente sus movimientos, y empezó a caminar hasta 500 metros en una sesión de dos horas.
«Las tareas cognitivas pueden ser una forma útil para rehabilitar chimpancés con discapacidad física, y por lo tanto mejorar su bienestar en cautividad», explica Yoko Sakuraba, de la Universidad de Kyoto, en un artículo publicado en la revista en Primates , y apunta que la eutanasia no tiene por qué ser la única opción para los animales heridos en cautiverio. Los investigadores dicen que la personalidad y el estado físico de cada animal deben ser considerados en el diseño y ajuste de un programa de rehabilitación. Reo es el ejemplo de que pueden salir adelante, y de que las nuevas tecnologías pueden tener usos inesperados.