CIENCIA
Cáscaras de gambas para un nuevo lubricante
Un equipo de investigadores de la Universidad de Huelva desarrolla un nuevo compuesto basado en el quitosano, una sustancia de los caparazones de insectos, arácnidos y crustáceos
Un grupo de investigadores del departamento de Ingeniería Química, Química Física y Ciencia de los Materiales de la Universidad de Huelva han desarrollado u n lubricante ecológico a partir del quitosano , un compuesto natural derivado de las cáscaras de crustáceos , como las gambas o los cangrejos.
La nueva grasa mejora propiedades como la consistencia y la resistencia térmica respecto a los productos tradicionales, por lo que su elaboración, han indicado los expertos, es un paso más para el diseño de otras fórmulas respetuosas con el medio ambiente, según ha informado la Fundación Descubre en un comunicado .
Los componentes principales de un lubricante son el aceite y el agente espesante y en las grasas convencionales, el aceite es de origen mineral o sintético, mientras que el espesante está formado por jabones metálicos de litio, calcio, sodio o aluminio.
Como ha explicado la autora principal de este proyecto, la investigadora de la Universidad de Huelva, Concepción Valencia, «estos productos comerciales, a pesar de su alta efectividad, tienen efectos negativos sobre los ecosistemas» y como ejemplo ha puesto «la inhibición del crecimiento de los árboles, la toxicidad para la vida acuática o la contaminación de suelo y agua a muy largo plazo, de ahí que la industria ha decidido apostar por nuevas fórmulas verdes».
Quitosano
En este sentido, la novedad introducida por los investigadores onubenses se basa en la sustitución de los jabones metálicos por un material biodegradable, el quitosano .
Se trata de un compuesto derivado de la quitina , la sustancia principal que forma los caparazones de insectos, arácnidos y crustáceos: «Un lubricante biodegradable debe incluir un agente espesante obtenido a partir de recursos renovables, por ejemplo, el quitosano que tiene como grandes ventajas su origen natural y su abundancia en la naturaleza», ha asegurado la experta.
Para completar la formulación, el quitosano, previamente sometido a una reacción química, s e añade a un aceite vegetal de ricino , un ingrediente más compatible con los elementos metálicos que los aceites tradicionales y con el que se consigue una mejor lubricación, según indican los científicos.
Pruebas
Los investigadores han sometido el lubricante a diversas pruebas para demostrar su eficacia y sus resultados se compararon con dos grasas comerciales elaboradas con jabones metálicos de litio y calcio, como la temperatura, mostrando en este caso un comportamiento térmico adecuado, mejorando incluso la resistencia térmica de los otros productos.
Además, los expertos han evaluado la estabilidad mecánic a, es decir, la aparición de cambios en la consistencia del lubricante a causa de vibraciones o del trabajo mecánico, confirmando que el comportamiento mecánico de la formulación biodegradable es mejor que el de las grasas de calcio y muy parecido a las de litio.
Por último, se ha determinado el coeficiente de fricción, siendo el resultado muy parecido al de los lubricantes tradicionales, sobre todo cuando se trabaja a alta velocidad.