Boeing se rezaga en la carrera espacial: su cápsula Starliner ha sido devuelta a fábrica
Tras el retraso de las pruebas, la compañía ha decidido aplazar indefinidamente la prueba de lanzamiento
Continúan los problemas para Boeing , que no termina de despegar en su carrera espacial. La compañía informó el viernes de que ha tenido que retirar la cápsula Starliner del cohete Atlas V , donde se encontraba esperando en Cabo Cañaveral para un inminente despegue de prueba no tripulada. Tras varios retrasos, finalmente la nave fue devuelta a fábrica para «una resolución de problemas más profunda» de las válvulas de sus sistema de propulsión.
La nave tenía previsto despegar la semana pasada, pero un «fallo inesperado» en una válvula obligó a aplazar el lanzamiento en dos ocasiones para proceder con una inspección técnica. El anuncio de la suspensión indefinida por parte de la firma de la tentativa de enviar la cápsula no tripulada rumbo a la Estación Espacial Internacional (ISS), en la que iba a ser su segunda misión de prueba.
«Con la NASA, hemos decidido retirarnos de esta ventana de lanzamiento para dar paso a otras misiones de prioridad nacional», agregó la firma en un comunicado a través de sus redes sociales.
Fallo de 13 válvulas de 64
Según señaló este viernes en teleconferencia John Vollmer, vicepresidente del Programa de Tripulación Comercial de Boeing, el problema está en 13 de las 64 válvulas que tiene el sistema de propulsión, las cuales permanecieron cerradas cuando debían estar abiertas . La compañía esperaba poder resolver el problema durante este mes, pero finalmente descubrieron que el problema requería una revisión profunda, que por lo pronto descarta cualquier posibilidad de lanzar la nave este año.
La suspensión de la misión, llamada OFT-2 , es un duro revés para Boeing, que afrontaba una gran expectativa alrededor este segundo vuelo de prueba de la cápsula no tripulada, tras una fallida misión en 2019. En diciembre de ese año, una primera misión de prueba con la nave Starliner despegó con éxito, pero fracasó después en su intento de llegar a la estación espacial debido a problemas con el software. La cápsula tuvo que realizar un aterrizaje de emergencia en Nuevo México.
En su segunda misión de prueba, la cápsula tenía que haber llegado a la ISS con más de 180 kilos de carga, y a su vuelta traer unos 250 kilogramos, incluyendo parte del sistema de tanques recargables de oxígeno que proporciona aire respirable a los ocupantes de la estación, según informó la NASA. Además, era la última prueba no tripulada antes del test con piloto, previsto para finales de este año, pero que de momento queda sin fecha.
La guerra entre Boeing y SpaceX
Boeing y SpaceX tienen contratos millonarios con la NASA para encargarse del traslado de astronautas y equipos a la estación espacial desde suelo estadounidense. Un servicio que, hasta la fecha, dependía de las naves Soyuz rusas. Sin embargo, SpaceX tomó la delantera y ya ha llevado a cabo dos misiones tripuladas a la ISS con su nave Crew Dragon, además de varias cargas.