Diez hongos que no son lo que parecen
Los hongos están entre organismos más numerosos pero menos conocidos. Algunos tienen formas muy originales
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12345678910Los oídos el bosque
No sólo oyen las paredes, como coloquialmente suele decirse. También los árboles... Y la oreja se la presta, literalmente, un hongo llamado Auricularia auricula-judae, también conocido como "oreja de Judas". Es obvio que el nombre se debe a que en algunos casos reproduce fielmente la forma de una oreja.
Se trata de un basidiomiceto. Para entendernos, las clásicas setas y hongos con sombrero, y pertenece al orden Auriculariales, que tienen aspecto gelatinoso, lo que le da más realismo a su apariencia...
Entre los basidiomicetos hay más hongos que no son lo que parecen. Como el siguiente
(Agradecemos la supervisión de María Teresa Tellería, del Real Jardín Botánico-CSIC)
Un peculiar ojo
Si el anterior le daba oídos a los árboles, este Geastrum, de la especie rufescens, dota al campo de “ojos”. Se conocen también como estrellas, por la forma en que se abren, que es lo característico del género. En este caso, el hongo recuerda a un ojo humano.
Lenguas diminutas
Siguiendo con la anatomía, no podía faltar otro con aspecto de lengua, como este Geoglossum glutinosum. Geoglossum signfica literalmente lengua de tierra. Miden entre 3 y 6 centímetros, por lo que no son fáciles de ver. Son típicos de pastizales pobres en nutrientes.
Hongos con mucho cerebro
Tremella encephala, tiene forma de cerebro, con sus surcos característicos y el aspecto gelatinoso. Su color rosa pálido le da aún más realismo. En realidad se trata de un hongo que vive sobre madera u otros hongos de los que extrae su alimento. Todo un "cerebro".
Dedos de muerto
Xylaria polymorpha es un ascomiceto que se conoce tambien como "dedos de muerto" por el aspecto que presenta a veces. Vive sobre maderas descompuestas.
Hongos con forma de hombrecillos
Cuando se describió por primera vez a finales del siglo XVII, este hongo recibió el nombre de Fungus anthropomorphus, por su parecido con una figura humana.
En la actualidad se conoce como Geastrum fornicatum. Igual que el hongo penicillium, G. fornicatum Tiene actividad antimicrobiana: el metanol que produce inhibe el crecimiento de bacterias patógenas, como Bacillus subtilis, Escherichia coli, Klebsiella pneumoniae, o Pseudomonas aeruginosa, entre otras.
Con sus 8 centímetros de altura, aproximadametne, tienen en la parte superior una estructura esférica, que recuerda una boina, denominada endoperidio, donde están las esporas.
Nidos de pájaros
Cyatus sp. tiene la forma de nido de pájaro. Con una copa alta, que se asemeja al nido, en cuyo interior se encuentran unas estructuras denominadas peridiolos, con forma de huevo. Crece sobre ramas caídas de primavera a otoño, formando grupos.
Velo de novia
Phallus indusiatus recibe este nombre (velo de novia) por el delicado encaje con el que se engalana. Pero las apariencias engañan y tras su bonito aspecto, generalmente hay un olor bastante nauseabundo.
Su repelente perfume le sirve para atraer a las moscas carroñeras que se encargan de distribuir sus esporas y contribuir a su diseminación. Originario de las selvas tropicales, y pese a su nada apetecible aroma, al parecer se cultivan en china con fines culinarios y medicinales.
Melena de león
Hericium erinaceus, conocido como melena de león, crece sobre árboles de hoja caduca, como robles y hayas, durante el verano y el otoño. En España puede encontrarse en Asturias y Cantabria, Cataluña, País Vasco, Navarra. Suele crecer en grupos redondeados que alcanzan tamaños de 10 a 25 cm, con barbas de espinas largas blancas o marfil, de 1 a 6 cm de longitud, que le dan el aspecto de una barba o melena
El hongo-pulpo
Se llama Clathrus archeri y sus 4 a 8 brazos de color rojo recuerdan a los tentáculos de un pulpo. Es originario de Australia o Nueva Zelanda, pero puede encontrarse en toda Europa, donde se cree que llegó durante la I Guerra Mundial, gracias a que sus esporas viajaron a lomos de los caballos de los soldados australianos o en sus botas.
Se descubrió primero en Francia, y parece que desde ahí se va extendiendo. En España puede encontrarse en la Cornisa cantábrica y en Galicia.