El arma más mortífera de dos especies de ranas brasileñas
Un grupo de científicos descubre que las ranas «Corythomantis geeningi» y «Aparasphenodon brunoi» transmiten sustancias altamente tóxicas a través de unas púas situadas en su cabeza
Un grupo de científicos han publicado un estudio en «Current Biology», por que han descubierto cómo las dos especies más importantes d e ranas venenosas producen potentes toxinas y logran inocularlas en otros animales. En concreto, los investigadores han encontrado púas en sus cabezas a través de las cuales transmiten estas sustancias nocivas.
Como ha declarado el profesor Edmund Brodie, de la Universidad Estatal de Utah, «el descubrimiento de una rana verdaderamente venenosa no es algo que cualquiera de nosotros esperábamos, pero la búsqueda de ranas con secreciones de la piel más venenosa que los de las víboras venenosas de la subfamilia de los crótalos (o víboras de foseta) ha sido asombroso».
En concreto, las ranas «Corythomantis geeningi» y la «Aparasphenodon brunoi» son conocidas desde hace muchas décadas, pero los científicos hasta ahora tenían muy poco conocimiento de su biología . Las ranas, a la vista de las últimas investigaciones no han conocido depredadores.
Más venenosas que las víboras
En esta línea Brodie junto a Carlos Jared, del Instituto Butantan en São Paulo han estudiado a los depredadores de los anfibios durante toda su carrera profesional, aunque el primero que se enteró de que la «Corythomantis geeningi» era venenosa fue Jared quien lo supo de primera mano mientras recogía ejemplares para su investigación. Su mano resultó dañada por una de las púas de este tipo de rana provocándoles un dolor intenso durante unas cinco horas.
«Esta atención debe ser mucho más efectiva en el revestimiento de la boca de un depredador», ha afirmado al hilo de lo anterior este investigador que tuvo la suerte de que quien le había inoculado el veneno era la especie menos peligrosa.
Matar a 80 humanos
Este grupo de investigadores han estimado que un simple gramo de la sustancia tóxica de la otra especie de rana, Aparasphenodon brunoi, sería suficiente para matar a más de 300.000 ratones y unos 80 humanos . Brodi ha añadido que «resulta improbable que una rana de estas especie produzcan este veneno en grandes cantidades » y cree que a través de las púas sólo se transmite una pequeña cantidad dentro de una herida».
Para este grupo de científicos el descubrimiento es importante para comprender la biología de los amfibios y sus interacciones con los depredadores. De cara al futuro, esperan poder caracterizar mejor el veneno y las glándulas de la piel que lo producen. Esperan, de igual forma, investigar otras especies de ranas alrededor del mundo que también sospechan que sean venenosas.
Noticias relacionadas
- Los secretos del Gran Mekong, al descubierto
- La «Rana Gustavo» existe y vive en Costa Rica
- Cinco animales mortíferos de los que no habías oído hablar
- Proponen una lista prioritaria de especies exóticas invasoras en Europa que se base en la «evidencia científica»
- Estos son los animales más adorables de 2014 según la revista Nature
- Un hongo asiático amenaza a las salamandras y tritones europeos