Dime lo que ve tu hijo y te diré lo que come
Una investigación de la Universidad de Colorado determina que los personajes de dibujos animados con sobrepeso podrían tener un impacto negativo sobre la dieta de los niños, incrementando su consumo de alimentos ricos en calorías
La cámara engorda se suele decir y, según un estudio de la Universidad de Colorado Boulder publicado en «The Journal of Consumer Psychology» , esto podría ser cierto en el caso de los niños cuando ven a algunos personajes populares de dibujos animados. Científicos de este centro universitario han apuntado que entrañables amigos de la pequeña pantalla como H omer Simpson, Peppa Pig o Pedro Picapiedra, cuya apariencia corpulenta los hace más amigables, podrían tener un impacto negativo sobre lo que comen los niños de entre seis y catorce años.
En concreto, como recoge la web especializada Sciencealert.com han encontrado que en este grupo de edad se consume significativamente mayores cantidades de alimentos ricos en calorías como galletas y golosinas , tras el visionado de personajes de animación con sobrepeso.
El experimento en que se basa este estudio contó con 300 voluntarios, cuyo comportamiento y reacciones tras ver a p ersonajes de animación con sobrepeso fue analizado. En el curso del experimento, a algunos chicos se les mostraron dibujos animados cuyos protagonistas eran saludables, a otros se les mostró personajes de animación con varios kilos de más y a otros no se les dejó ver ningún tipo de dibujo animado.
Tras todos los visionados, a los participantes se les permitió acceder a comida energética y con bajos nutrientes, para comprobar si la e xposición a los dibujos animados actuaban como detonador. Los resultados mostraron un incremento significativo en la ingesta de comida . Según la principal autora del estudio, Margaret C. Campbell, los niños participantes mostraron que los dibujos animados con sobrepeso participaban del estereotipo, lo cual afectó al comportamiento de los participantes con respecto a la comida.
Tendencia a consumir
Esta investigadora ha afirmado en un comunicado que «los participantes en el experimento tienen una tendencia a consumir casi el doble tanto de chicos indulgentes con la comida como de participantes que fueron expuestos a personajes de animación con más peso del normal o no».
Incluso los chicos a quienes se les expuso tanto a personajes de animación con sobrepeso como de apariencia más equilibrada tenían tendencia a comer más que los niños que no vieron este tipo de personajes, sugiriendo que la apariencia de tener unos kilos de más es suficientemente provocadora para que los chicos consuman snacks de una forma más intensa.
Sin embargo, los niños indulgentes con la comida se moderaban cuando intervenían sus conocimientos sobre salud y buenas prácticas. En esta línea, las buenas noticias es que este estudio demuestran que los niños hacen bien las cosas a la hora de ingerir alimentos, si hay un oportuno recordatorio que podría ser crucial para mantenerlos en la buena senda.
Campbell ha concluido que «esta información es clave y debemos continuar explorando». A su juicio, no se debe olvidar que «los menores no recurren necesariamente a conocimientos previos cuanto toman decisiones. Sin embargo, si podemos desencadenar su conocimiento sobre la salud con un juego justo cuando ellos deben seleccionar la comida en el colegio, en este caso, elegirán los alimentos más nutritivos».
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