Diez curiosidades meteorológicas sobre el invierno que la física puede explicar

¿Cómo se calcula la sensación térmica?

No sentimos el mismo frío un día de invierno con viento fuerte otro en calma, aunque el termómetro marque la misma temperatura. Se habla de sensación térmica, que es el frío que percibimos independientemente de la temperatura real. La diferencia térmica entre la piel y el medio ambiente y la velocidad del viento determinan la cantidad de calor que perdemos.

De ahí que en invierno la combinación de temperatura y viento determine la cantidad de calor que perderá nuestro cuerpo, especialmente en las partes más expuestas, como la cara y las manos, y por tanto nuestra sensación de frío. Hay tablas que calculan esa sensación térmica en función de la velocidad del viento y la temperatura.

Por ejemplo, con una temperatura de 0 ºC y viento en calma, no sentiremos mucho frío si estamos convenientemente abrigados. Pero con un viento de 40 Km/h, la sensación térmica equivale a una temperatura de 15ºC bajo cero. Con vientos superiores a los 65 kilómetros por hora, el frío que sentimos a cero grados puede causarnos ya problemas.

Top ten elaborado con información del libro "Preguntas al aire" (Alianza Editorial) , del meteorólogo José Miguel Viñas.

¿Cuáles son los límites del archinombrado tercio norte?

Lo oímos a menudo en las predicciones meteorológicas, pero quizá no sepamos hasta dónde abarca ese famoso tercio con precisión. Podemos hacer una división mental de la Península en tres partes, pero no se ajusta a la definición meteorológica de la expresión.

En realidad el tercio norte es una franja más estrecha, que podemos trazar prolongando imaginariamente la frontera norte de Portugal con Galicia. En realidad, ese famoso tercio se refiere a la zona de influencia de la Cordillera Cantábrica y los Pririneos.

Este tercio tiene relevancia desde el punto de vista meteorológico porque los frentes y borrascas entran generalmente por Galicia y avanzan hacia el área cantábrica, dejando a su paso nubes y precipitaciones en esa franja.

¿Por qué silba el viento?

Cuando el viento sopla con intensidad, cualquier obstáculo que encuentre a su paso produce una pequeña aceleración, porque la zona de paso del aire en movimiento se estrecha. Esto produce una vibración en los obstáculos que se traduce en un sonido. Una puerta o ventana que no encajan adecuadamente crean esos resquicios por los que el viento se cuela y se acelera, produciendo su característico silbido.

¿Por qué después de nevar templa?

Casi todos hemos experimentado la sensación, o hemos oído decir, que cuando nieva el ambiente se templa ligeramente. Esto es verdad y tiene una explicación física. Los copos de nieve al formarse y crecer desprenden calor. Puede parecer una idea contraintutiva, pero los cristales de hielo que forman los copos van atrapando vapor de agua a medida que caen, y este vapor se convierte en hielo. Este paso del estado gaseoso (vapor de agua) al sólido (hielo) se acompaña de una importante liberación de calor a la atmósfera.

De forma parecida se explica el hecho de que cuando hace mucho frío es más difícil que nieve. Y es que cuando el aire está muy frío contiene poco vapor de agua, que es el requisito para que los copos de nieve crezcan a partir de los cristales de hielo.

¿Cómo se establece la cota de nieve?

La altitud mínima a la que las precipitaciones caerán en forma de nieve se denomina cota de nieve. Para determinar esa cota, los meteorólogos se fijan en la isoterma de los 0ºC, conocida como isocero. Es decir, miran la línea imaginaria que une los puntos de la atmósfera que están a cero grados y que corresponderá en cada lugar a una determinada altitud. Por debajo de esa altitud, lloverá; por encima, la precipitación será en forma de nieve. A lo largo del día, la curva isocero irá variando, y con ella la cota de nieve.

Sin embargo, que la nieve cuaje o no, dependerá de la temperatura del suelo en el que cae, la intensidad de la nevada y el tamaño de los copos.

¿Por qué se forman carámbanos?

Estás afiladas agujas de cristal, que cuelgan de los tejados y a veces alcanzan un tamaño considerablemente peligroso, se forman después de una intensa nevada a la que sigue una temperatura muy fría, inferior a los 0ºC. En estas condiciones, la nieve, al derretirse produce un goteo continuo que inmediatamente se hiela. Así se van formando los chuzos, como se conoce a los carámbanos en otras localidades. No olvidemos la expresión “caer chuzos de punta”.

¿Por qué a veces en los valles hace más frío que en las cumbres?

Generalmente la temperatura del aire disminuye 6,5ºC por cada kilómetro que se asciende. Sin embargo, en ocasiones en invierno los valles registran temperaturas algunos grados menores que las cumbres. Esto ocurre especialmente cuando hay buen tiempo, anticiclónico, ya que los cielos nocturnos están despejados y por la noche se produce la mayor pérdida de calor. Es decir, el suelo se enfría más. De igual manera, en las cumbres se recibe más radiación solar que en los valles. La pérdida de calor del aire al asecender en los valles es más rápida que en las cumbres, lo que da lugar a la inversión térmica y la formación de nieblas, mientras las cumbres están despejadas.

¿Por qué las noches despejadas de invierno son tan frías?

Los cielos de enero son los más apropiados para ver estrellas, porque suelen carecer de nubes. Sin embargo, como todo aficionado a la astronomía sabe, suelen ser también los más fríos del invierno. Sin embargo, “con nubes en el cielo, no hiela en el suelo”, reza el refrán. Y es que el manto nuboso dificulta que el calor recibido durante el día, que no es otra cosa que radiación infrarroja, se disipe durante la noche. Sin la barrera protectora de las nubes, la radiación infrarroja se escapa y las temperaturas caen considerablemente, propiciando las heladas.

¿Por qué el comportamiento de algunos pájaros anuncia frío?

Tanto en verano como en invierno, el comportamiento de las aves predice cambios de tiempo. En invierno, “cuando el grajo vuela bajo, hace un frío del carajo”, como recoge de forma muy gráfica el refranero. En las ciudades quizá tenemos menos ocasión de ver grajos. Pero hay otros pájaros centinela que se han acostumbrado a la ciudad y que también nos informan del pronóstico del tiempo.

Por ejemplo, la lavandera blanca (Motacilla alba), de tamaño similar al de un gorrión pero con la cola más larga y antifaz blanco, presagia frío y en especial nieve, por lo que también se la conoce pajarita de las nieves. En realidad, le gusta el frío y cuando se acerca a las ciudades es porque las temperaturas están descendiendo tanto como para nevar. En los pueblos se tiene muy en cuenta su presencia para predecir el frío y la nieve.

¿Cómo nos mojamos más, andando o corriendo bajo la lluvia?

Depende. Si está en campo abierto, le va a dar igual correr que andar. Pero si está en la ciudad y lo que quiere es recorrer una distancia corta para resguardarse, lo mejor es que corra.

Parece de perogrullo, pero es pura física, como explica José Miguel Viñas. Hay que tener en cuenta la forma aproximada del cuerpo (más o menos rectangular), la velocidad a la que nos desplazamos (corriendo o andando) y el tiempo de exposición para calcular el agua de lluvia que nos caerá encima.

A igual tiempo de exposición, en nuestra cabeza caerá el mismo número de gotas corriendo que andando. Pero no en nuestra zona delantera, donde el número de gotas interceptadas será mayor al aumentar nuestra velocidad.