El esqueleto de un mamut lanudo alcanza los 238.000 euros en una subasta
Era el principal atractivo del evento «Second Evolution» que tuvo lugar en Londres. El 90% de sus huesos son originales
El esqueleto de un mamut lanudo era uno de los grandes atractivos de la subasta «Second Evolution», celebrada en la sede de «Summers Place Auctions» en el sur de Inglaterra. 238.000 euros es la cifra final que alcanzó la pieza , que conserva cerca del 90 por ciento de sus huesos originales, mientras que las partes desaparecidas han sido sustituidas por réplicas.
El mamut lanudo o mamut de la tundra, de nombre científico «Mammuthus primigenius» era un mamífero de la familia de los elefántidos. Su característica más destacable era una cubierta de pelo largo , ya que la especie se había adaptado al clima extremadamente frío de la edad de hielo.
Tenía un tamaño similar al de un elefante actual. Se han encontrado gran cantidad de restos, como huesos sueltos y colmillos curvados, así como algún cuerpo entero congelado, como el que ha sido objeto de la subasta.
El primer espécimen completo de este animal se descubrió en 1806, cerca de la desembocadura del río Lena , en Siberia, aunque también se localizaron algunos ejemplares en las islas del Ártico y en Norteamérica.
En cuanto al mamut subastado, al que los expertos pusieron el apodo de «Monty», alcanza los tres metros y medio de altura y supera los cinco metros de largo.
Este esqueleto, considerado único pues se extinguió hace diez mil años, está compuesto por más de 150 piezas que a tenor de sus medidas indican que su peso pudo llegar a las seis toneladas.
Tanto el vendedor como el comprador de la pieza prefirieron mantenerse en el anonimato , según la casa de subastas, que se ha limitado a decir que ambos son coleccionistas privados.
Además de esta pieza que alcanzó un valor considerable, en otras pujas también fue subastado un esqueleto de una moa, un tipo de ave gigante que habitaba en Nueva Zelanda y que se extinguió hace mil años, que alcanzó el valor de las 55.000 libras (69.000 euros).
El responsable de la subasta, Errol Fuller, subrayó la importancia de estas ventas debido a que son piezas de especies «muy raras y extinguidas».
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