Alonso de la Sierra: «Los valores patrimoniales de Cádiz generan riqueza y trabajo»

Podría parecer una exageración pero no lo es: no hay patrimonio de valor en Cádiz al que Lorenzo Alonso de la Sierra no haya contribuido de forma esencial a su divulgación. El doctor en Historia del Arte, autor de la ‘Guía Histórico-Artística de la Ciudad de Cádiz’, ingresará el próximo lunes a las 19.30 y en la Diputación en la Academia de Bellas Artes con un discurso centrado en el Oratorio de la Santa Cueva.

–¿Qué supone para usted la entrada en la Academia?

–Es algo emocionante por cuanto la Academia siempre ha sido y debe de ser un referente obligado en el mundo del patrimonio, en este caso del gaditano. Tengo ilusión por colaborar nuevos proyectos que acerquen esta institución a la ciudad.

–Ha investigado mucho sobre el patrimonio de Cádiz y su provincia, ¿en qué punto cree que se encuentra en la actualidad?

–Creo que goza de muy buena salud. A pesar de que el momento no es muy adecuado para el apoyo a la investigación, sé que hay una nueva generación qué va a dar mucho que hablar, en sentido positivo, claro está.

–Parece que en Cádiz no terminamos de creernos que puede ser fuente de riqueza, ¿comparte esta visión del patrimonio como generadora de empleo, empresas y actividad económica?

–Indudablemente para cualquier ciudad patrimonial este valor es una fuente fundamental de ingresos, pero también es cierto que para eso debemos de cuidar con mucho mimo el patrimonio. Creo que las personas no quieren ver una versión o una recreación, quieren visitar un conjunto extraordinario de la Edad Moderna como es Cádiz y disfrutar en sus museos de un pasado antiguo espléndido. Hoy por hoy estos valores generan riqueza, generan puestos de trabajo. Eso es indudable y basta ir a determinadas ciudades del mundo para comprobarlo.

– A su juicio, ¿por qué cree que Cádiz no es Patrimonio Mundial?

–Pues la verdad es que no lo comprendo, no me lo explico. Tanto su pasado antiguo, como el esplendor de la Edad Moderna, el ser sede de la primera Constitución española y otros muchos detalles son razón más que suficiente para esa declaración. Sin embargo, me da la sensación que desde la propia ciudad, desde las instituciones, esta idea no hace demasiada ilusión. Espero equivocarme...

–¿Impulsaría su candidatura?

–Por supuesto que sí, yo creo que debe ser un objetivo fundamental para los ciudadanos de Cádiz, es injusto que no se reconozca algo que es real, no es un invento. Los gaditanos debemos estar orgullosos de nuestra ciudad y debemos reclamar que así se reconozca oficialmente. Además esta consideración generaría turismo. Igualmente sería un argumento de peso para que Cádiz sea sede de eventos culturales de alto nivel.

–¿Queda mucho por investigar en el patrimonio de Cádiz?

–Afortunadamente no mucho, muchísimo. El patrimonio es algo inagotable y el de Cádiz especialmente. Hemos de olvidar un poco la labor del historiador-investigador como simple localizador de datos, que son muy importantes. Sin embargo, tan importante o a veces más es el estudio de las diferentes facetas que estos datos nos aportan. Es un campo que afortunadamente no tiene límites porque además son conceptos y criterios que pueden ir cambiando, renovándose con nuevas aportaciones.

–La obra que publicó junto a su hermano se ha convertido en un manual de referencia clave para la ciudad, ¿qué sensación produce el saber que sigue siendo una pieza clave para la aproximación al arte de Cádiz?

–La verdad es que es una satisfacción que se utilice y resulte práctica y útil. Creo que no hay nada más triste que investigar o trabajar para que no tenga ningún fruto ni ninguna utilidad. Nosotros la hicimos con todo el cariño y esperamos que haya ayudado un poco a conocer mejor nuestra ciudad.