Las muñecas se conservan en la actualidad en las instalaciones de la fábrica
Las muñecas se conservan en la actualidad en las instalaciones de la fábrica
MUSEO

Las Muñecas Marín quieren volver al centro

La familia muestra su interés en que las piezas que ya forman parte del patrimonio municipal regresen a su lugar originario

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Es uno de los rasgos definitorios del ser humano. Ese que nos lleva a reconocer la valía, a despertar nostalgia en nosotros, cuando ya no está. Y, quizás, eso es lo que le ha ocurrido a las Muñecas Marín. Una vez confirmado el cierre de la fábrica y la desapaprición de sus míticas flamencas y toros, no han faltado voces alzándose en lamentos por la destacada desparición empresarial en la localidad. Sin embargo, ya solo quedará el recuerdo en la memoria de la ciudad. Eso y el Museo que la familia Marín creó con la trayectoria histórica de la popular marca creada en 1928 por José Marín Verdugo. Es precisamente ese legado el que la familia quiere que regrese al centro, donde estaba ubicada la fábrica, antes de su traslado al Polígono Industrial Badenes.

De hecho, después del cierre de la fábrica, el museo también se mantiene cerrado a la espera de tomar una decisión sobre su gestión. Así, la familia ya ha mostrado su predisposición a encontrar una nueva sede para el espacio expositivo, más céntrico y cercano a los equipamientos culturales que existen en el casco histórico. El propio Ernesto Marín, último gestor de la compañía, confirmó a este medio su voluntad porque sea así. Sin embargo, de momento, solo es una intención o deseo de la familia Marín. En cualquier caso, corresponderá al Ayuntamiento que preside también Ernesto Marín tomar una decisión al respecto. 

Principalmente, y tal y como recuerda Marín, porque la colección completa que se exponía en el museo de la fábrica pertenece al Consistorio, después de una cesión de la familia a la institución pública. Sin embargo, hasta ahora, seguía recayendo en los propietarios de la fábrica su exposición e interpretación en un museo que se inauguró a finales de los años 90. De hecho, hasta el Polígono Badenes, llegaban autobuses turísticos para favorecer el acceso de los visitantes hasta un punto alejado de la ciudad. Con la desaparición de la actividad empresarial en el polígono, la colección museística pierde su sentido.

De ahí que la familia Marín esté interesada porque se materialice este traslado que, a todas cuentas, se realizaría a una instalación cultural municipal. Lo cierto, es que el desembarco de las Muñecas Marín en el centro implicará un regreso histórico. De hecho, la fábrica siempre estuvo ubicada en esa zona, hasta su traslado al polígono industrial. Aunque ocupó diversas fincas, como en la calle de La Plaza, la más conocida por ser la más cercana en el tiempo es la que estaba ubicada en la calle Arroyuelo.

Se da la circunstancia de que el Ayuntamiento se encuentra actualmente inmerso en las obras de la Fábrica de la Luz, a punto de arrancar. Este nuevo equipamiento cultural vendrá a descongestionar la falta de espacio en los equipamientos municipales. De hecho, el Consistorio ya tiene planteada una redistribución de espacios, después que de la Fábrica esté terminada de construir y entre en actividad como espacio cultural para cursos, talleres o conferencias. Está por ver ahora, si toda esta redistribución traerá consigo encontrar espacio para que las Muñecas Marín viajen de nuevo al centro para ser expuestas. Lo hará con el marcado recuerdo de Pepe Marín, el mismo que fue capaz de darle fama mundial a Chiclana gracias a su flamenca bailaora y sonriente.

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