Los vecinos de Pelagatos organizan una patrulla para acabar con la oleada de robos
Se han movilizado y reunido con la Guardia Civil para poner fin al incremento de sustracciones desde el inicio de la crisis
Actualizado:Al amparo de la noche, en la quietud del extrarradio, en caminos sin farolas y con el cebo de viviendas vacías; la delincuencia está servida. Como las polillas a la luz, los cacos no dudan en recurrir a la nocturnidad para perpetrar sus robos, especialmente numerosos en las zonas de extrarradio de Chiclana desde el inicio de la crisis.
Hartos de esta situación, los vecinos de Pelagatos han decidido plantarse ante tanta sustracción y organizarse entre ellos para evitar la situación de inseguridad. Así las cosas, en los últimos días se han organizado a modo de «patrulla», para velar por la integridad de las casas de todos los vecinos.
Concretamente, y tal y como explica el presidente de la asociación, Gerardo Van Ravesteyn, han creado un grupo de mensajes privados en el que todos los vecinos están conectados para informarse de novedades. Así, si alguno detecta un movimiento extraño en las inmediaciones de su vivienda, «alerta al resto para acudir al auxilio de la persona o acudir a la casa que sea».
El objetivo es pillar al ladrón infraganti de forma que sirva de medida disuasoria o también para avisar a la Guardia Civil. «Si no los pillamos con las manos en la masa y posteriormente no hay denuncia del propietario no sirve para nada», explica el presidente de la entidad vecinal.
Por ello, los vecinos se han organizado por esta vía de comunicación, además de pedirle el teléfono a todos los que tienen una vivienda en la zona como segunda residencia. Precisamente es en estas casas donde los cacos se ceban más, a sabiendas que están vacías.
Igualmente ocurre en las que están en venta por ser propiedad de una entidad bancaria. Lo cierto, es que como reconoce Van Ravesteyn, «se ha producido un repunte en los robos desde hace tres años, aproximadamente desde el inicio de la crisis». «Delante de mi casa, en una vivienda que estaba vacía han robado todo lo que han podido, desde las rejas a las baldosas del suelo».
Precisamente en esas viviendas que se encuentran en un aparente limbo se ha producido otro de fenómenos social motivado por la crisis, se han convertido en viviendas okupas. Casas con las que los vecinos, de momento no han tenido problemas y de las que la Guardia Civil suele estar informada.
Ante esta situación, agravada por el robo ocurrido en una vivienda dos semanas atrás en el que los ladrones han robado todo lo posible durante días, la entidad vecinal se ha reunido con la Guardia Civil.
En la reunión con el capitán, tuvieron la oportunidad de mostrarle su situación y este de darle una serie de consejos tales como nunca enfrentarse a los ladrones, apuntar el número de matrícula de vehículos sospechosos y mejorar la iluminación de los caminos.
En este sentido, el presidente de la entidad vecinal hizo un llamamiento al Ayuntamiento para que «instale de una vez farolas que pongan freno a esta situación de inseguridad que vivimos».