El proyecto Bosque Pesquero para Sancti Petri en Chiclana costará 16 millones de euros
El alcalde Ernesto Marín resalta el carácter de «parque público» y el coste ajustado del plan que transformará el poblado almadrabero
Actualizado: GuardarLo que antaño eran calles, hoy son solo huellas de un pasado vivo. Lo que antes fueron casas, naves de pertrechos, depósitos hoy es solo un paisaje de ruinas y silencio. El tiempo se quedó varado en Sancti Petri en Chiclana, a falta de un impulso que le devuelva el pulso perdido. Una inyección que para el Ayuntamiento de Chiclana tiene nombre: Bosque Pesquero. El proyecto pretende recuperar la vida del poblado almadrabero aplicando una intensa reconversión a espacio público y de ocio en una idea que ya se ha llevado diversos premios.
Pero más allá de la trascendencia del plan que ya inició su hoja de ruta para conseguir todos los permisos necesarios, el proyecto estrella del actual equipo de gobierno tiene un coste.
En total, serán 16 millones de euros los necesarios para poner en pie el Bosque Pesquero. Así lo afirma a este medio el alcalde Ernesto Marín.
Lo cierto es que, como defiende el regidor, se trata de un presupuesto ajustado, teniendo en cuenta que la península cuenta con 100.000 metros cuadrados y el plan contempla la actuación en la totalidad del territorio. Quedaría fuera del importe el nuevo club náutico, como explica el primer edil. «No es un coste elevado ni mucho menos. Es un proyecto de acuerdo con los ciudadanos, es un parque público en medio de Sancti Petri», tal y como reconoce Marín.
En cualquier caso, el importe aportado se trata de un presupuesto aproximado que podrá experimentar cambios, una vez se materialice el inicio de los trabajos y la adjudicación de la obra. Algo para lo que todavía faltan diversos trámites administrativos que se van salvando. En este sentido, el Ayuntamiento ya cuenta con el informe de Costas en el que se hacen una serie de apreciaciones que el alcalde ya valoró de forma positiva al considerar que suponían «un visto bueno al proyecto».
Concretamente, el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, a través de Demarcación de Costas de Andalucía-Atlántico hacía una serie de recomendaciones y cambios en lugares como el faro para adpatarse a los intereses de la propia administración y de la Ley de Costas. Dicho informe, no se trataba de la primera valoración de Costas, aunque sí era la primera oficial. Y es que el Ayuntamiento ya presentó el proyecto a la Demarcación para realizar una primera adaptación de Bosque Pesquero a sus exigencias.
En cualquier caso, el peso de la viabilidad del proyecto recaerá en la Junta de Andalucía y, concretamente, en la Consejería de Medio Ambiente. Es la administración autonómica la que tiene que autorizar el proyecto por medio de un informe de respuesta a la solicitud de una nueva concesión administrativa que realizó el consistorio chiclanero el pasado 18 de junio. Nada se sabe de momento de dicho informe aunque de él depende la hoja de ruta. Con él, el Ayuntamiento obtendría una nueva concesión administrativa menos restrictiva que la anterior que le permitiría hacer realidad la idea de Bosque Pesquero.
Un parque de pinos
Desde su presentación, el proyecto ha despertado alabanzas y críticas. Las primeras, sustentadas, ante todo, en el carácter de arquitectura sostenible y ajustada a la realidad vernácula. Los detractores, se apoyan en que el nuevo proyecto no respeta el trazado urbano del desaparecido poblado. En cualquier caso, lo cierto es que el proyecto contempla la construcción de un espacio articulado en torno a un bosque central de pinos con 25.000 metroscuadrados de uso dotacional y 75.000 de espacio público. En torno a él, se levantan 13 conjuntos compactos de usos compartimentados con servicios tales como auditorio, mercado-lonja turística o zonas de ocio y restauración.
Tal y como explica el equipo redactor de Bosque Pesquero, Bakpak Arquitectos «la intervención pretende devolver el sentido a la península reinterpretando los valores arquitectónicos y espaciales del pasado, perdidos en la actualidad.La arquitectura de lo industrial, las naves blancas, de cubiertas inclinadas, de hastiales secuenciados repetidos en el espacio inspiran el nuevo diseño». De esta forma, las edificiaciones blancas están basadas en «una unidad de uso mínima de 78 metros cuadrados que, combinada entre sí, forma los conjuntos de la propuesta».
Y es que la filosofía del coste ajustado siempre ha dominado la idea de los arquitectos, como ellos mismos avanzan en su proyecto: «La estructura metálica de este módulo y sus proporciones lo hacen prefabricable y seriable de forma que el coste de su ejecución será sensiblemente inferior al de cualquier construcción convencional».
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