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El caso de Rosario Peña es uno de los que se ha cerrado como un alquiler social por 10 años. - j. a. c.
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Los alquileres sociales ya son la alternativa mayoritaria a los desahucios en la ciudad

Se producen unas 20 ejecuciones de embargos al mes, aunque desde la PAH Chiclana resaltan que «se le está ganando la batalla a este drama»

JESÚS A. CAÑAS
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Bolsas de rafia atestadas de ropa, muebles en la calle, caras de desesperación, lágrimas, policías, señales de stop personalizadas y centenares de gestos de rabia e indignación. Es la imagen de la vergüenza y del drama español, los desahucios. Esos que en Chiclana se viven de una forma especialmente dura e intensa y que han experimentado cambios en la localidad, tal y como reconocen desde la Plataforma de Afectados por la Hipoteca en Chiclana. Así, según precisan desde el movimiento, ha ascendido el número de casos en lo que va de año, aunque con una variable positiva. Y es que ahora, la mayor parte de los casos de desahucios se realizan negociados con los bancos.

Según explican desde la PAH, las cifras de este año 2014 están cercanas a superar el número de casos registrados en 2012, lo que supone además un significativo aumento con respecto a 2013. Concretamente, en los Juzgados de Chiclana en 2012 se ejecutaron 251 desahucios forzosos, 198 por impago de hipoteca y 53 por el impago de alquileres. En 2013, en total fueron 197, 131 por impago de hipoteca y 66 por impago de alquileres. Así lo explica, Juan José Sánchez, portavoz de la PAH Chiclana.

En cualquier caso, Sánchez matiza los datos. «Hay que recordar que durante los tres primeros meses de 2013 los Juzgados paralizaron los desahucios, eso hizo que descendiera la cifra ese año», explica. Así las cosas, este 2014 se está comportando a una media «de 20 desahucios por mes», como reconoce Sánchez.

Eso hará que para finales de año, las estadísticas apunten a un aumento, situando los desahucios en unas cotas superiores a 2012. Ante este panorama, Sánchez recordó la importancia de pedir ayuda a plataformas y colectivos de ayuda en desahucios. «Nosotros asesoramos a todos los que nos piden ayudas. De hecho, hemos conseguido suspender más de un desahucios acompañando al afectado a negociar con el banco», reconoce. Todo ello, en un contexto en el que también las entidades bancarias muestran una actitud más abierta a la negociación, según reconoce Sánchez. «Los bancos se han dado cuenta de que tampoco les sirve de nada ejecutar el embargo ya que luego las casas se quedan vacías y sufren robos y destrozos», explica el portavoz de la PAH.

Así, «ahora se tiende a negociar con la familia». «Aunque los casos han subido, la mayor parte acaban como un desahucios negociado con la familia», matiza Sánchez. De hecho, normalmente las entidades bancarias acaban ofreciendo a los propietarios seguir viviendo en las casas u otra vivienda por un alquiler social. «Sin embargo, para ello es necesario que se firme la documentación como que se ha ejecutado el desahucios, aunque el propietario siga en el inmueble». Así las cosas, el que era dueño del inmueble pasa a ser inquilino en una vivienda propiedad del banco y por la que paga un alquiler social «que ronda normalmente los 50 o 100 euros», explica. Así, los afectados firman con los bancos contratos de alquiler de tres años prorrogables. «Ya no se viven las escenas de muebles en la calle. Le vamos ganando la batalla a los desahucios», reconoce Sánchez en una pauta que también están apreciando el resto de plataformas a nivel nacional.

En lo referente a la PAH Chiclana, en lo que va de año gestionan «unas tres daciones en pago al mes y la mayoría acaba en alquiler social», mientras que gestionan casi un centenar de consultas mensuales. Datos por los que el portavoz defendió la necesidad desdichas plataformas y de informarse en ellas antes de llegar a acuerdos con los bancos.