Cinco pueblos con encanto en Cataluña
Es difícil elegir tan solo cinco en una región en donde los pueblos con encanto medievales, costeros y de montaña abundan. Sin embargo, aquí una pequeña selección de algunos que no son tan conocidos como Cadaques o Puigcerdà
Actualizado: GuardarEs difícil elegir tan solo cinco en una región en donde los pueblos con encanto medievales, costeros y de montaña abundan. Sin embargo, aquí una pequeña selección de algunos que no son tan conocidos como Cadaques o Puigcerdà
12345Banyoles
El estanque de Banyoles es el estanque más grande de Cataluña y ofrece unos paisajes a los visitantes únicos, que no hay que perderse. Además, se pueden hacer todo tipo de actividades acuáticas (remo, piragüismo, natación), paseos alrededor del estanque y disfrutar de la paz que da la zona. El centro histórico, su plaza mayor, el monasterio de San Esteban y algunas casas singulares son la cereza del pastel de un pueblo en donde la gente es muy amable y gentil con los visitantes. No hay que dejar de probar la Ratafía de la zona (licor de hierbas).
Pals
Pals está ubicado en el Baix Empordà y es una muestra muy bien conservada de los pueblos medievales de la zona. Las vistas del valle del Empordà que se observan desde el pequeño monte en el que está ubicada esta población son incomparables. La segunda semana de octubre se realiza la cosecha del arroz, un evento que no hay que perderse para sentir el ambiente festivo de sus habitantes. El Hotel del Teatre, en Regencós (vecino a Pals), así como su restaurante La Caléndula, son una excelente opción para hacer base y poder descubrir Pals y el resto de los pueblos medievales, así como sus deliciosos productos y sabores, de la mano de la chef Iolanda Bustos
Llafranc
Palafrugell es un pueblo muy conocido y su encanto no se discute, sin embargo, el pequeño Llafranc (vecino), otrora un pueblito pesquero de la costa, aunque con menos fama, tiene una oferta lúdica bastante amplia, especialmente en verano, aunque también durante el resto del año. No hay que dejar de dar un paseo por el Far de Sant Sebastià, que cuenta con unas vistas privilegiadas y únicas de la Costa Brava.
Arnes
Este pueblo rodeado de almendros de la Terra Alta es pequeño y pintoresco. Su Ayuntamiento data del 1584 y es uno de los primeros edificios renacentistas de Cataluña. Es perfecto para hacer senderismo por la zona. Se puede seguir, por ejemplo, una ruta de marmitas (a pie o en bicicleta) en donde las vistas no faltarán. En el pueblo hay diversas opciones de alojamiento rural en donde sentir el calor de los locales, que son excelentes anfitriones. Hay también una buena oferta gastronómica, que aunque no hay muchas opciones, las que hay son de buena calidad y con productos de la zona. No hay que dejar de probar los vinos y la miel. La fiesta de la miel, a finales de mayo, es una excelente excusa para visitar el pueblo. El Parc Natural dels Ports también ofrece un sinnúmero de actividades para hacer, a tan solo unos minutos de Arnes.
Peratallada
Muy cerca de Pals se ubica este otro pueblo medieval que como su nombre lo indica, está rodeado de unas fosas de piedra tallada que le servían de protección. El lugar está repleto de pequeños hostales, casas y refugios de diversos precios para poder pasar la noche aquí y vivir la ciudad durante la noche, así como en la mañana, sin los turistas que la visitan de día. La luz que atraviesa los edificios, las pequeñas callejuelas e ilumina las bugambilias de las paredes es un espectáculo que no hay que perderse. Entre las visitas obligadas en el pueblo está el Castillo de Peratallada y un vistazo al reloj público de la Torre de las Horas.