Los críticos de UDC amenazan con sumarse a la lista de Mas
Ortega recuerda que, por ser leal al «proceso» y al 9-N, está querellada
El sector soberanista de Unió, aquel que pretendía preguntar claramente a la militancia del partido si está a favor de la independencia o no, amenaza con sumarse a la candidatura de Artur Mas, de ser ciertas las informaciones que apuntan a una lista de fieles a la causa secesionista del presidente de la Generalitat que podría presentarse la semana próxima. Desde que el presidente de UDC, Josep Duran Lleida, y su núcleo duro propuso una consulta sobre la hoja de ruta de esta formación, sin seguidismos de CDC y ERC, las corrientes críticas han aumentado la presión y hacen campaña por el «no», frente al «sí» que defiende la cúpula socialcristiana.
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El secretario de Universidades e Investigación de la Generalitat y miembro del Comité de Gobierno de UDC, Antoni Castellà, aseguró ayer que quienes defienden el «no» en la consulta prevista para este domingo están dispuestos a apoyar una lista transversal en torno a Artur Mas. Por su parte, la presidenta del Parlament, Núria de Gispert, dejó claro que votar «no» a la consulta es «ponerse al lado del presidente de la Generalitat» en su apuesta por convertir el 27 de septiembre en unas elecciones plebiscitarias».
Transparencia
Por su parte, dirigentes históricos de UDC como Agustí Bassols y Xavier Pomès o los hijos del fundador de UDC, Manuel Carrasco i Formiguera, Raimon y Rosa Maria Carrasco, entre otros, se han sumado al «no» de ese sector crítico, que ha cuestionado el rigor y la transparencia en la organización de la consulta.
En este sentido, el órgano de control de la consulta interna de UDC consideró «inadmisible» esa crítica y, a través de un comunicado, explicó que ya se obliga a los órganos territoriales del partido a poner las sedes a disposición de los militantes que quieran defender una u otra opción, y que se han habilitado varias vías de comunicación con la militancia para que defensores de ambas opciones puedan defender sus propuestas.
También señala que se ha pedido a las plataformas nombrar apoderados para las mesas electorales, que podrán presenciar la constitución, el desarrollo de la jornada, el escrutinio y la comunicación de los datos al órgano de control, pudiendo también dejar constancia de cualquier incidencia en el acta que redacte el presidente de cada mesa.
La vicepresidenta de la Generalitat y dirigente de UDC, Joana Ortega, replicó a De Gispert y afirmó que el proceso soberanista «no es una cuestión de lealtades personales». Ortega, quien participó en Gerona en un acto con militantes para defender la propuesta de la dirección de Unió, aseguró que ni entiende ni comprende esta posición «de que votar no, sea sí». La vicepresidenta subrayó su lealtad a UDC, a Cataluña «y al proceso» y recordó que está querellada a raíz de la consulta del pasado 9-N.
Joana Ortega, que llegó acompañada de Duran i Lleida y Espadaler, precisó que «votar no es votar no y sí es que Cataluña continúe el proceso y que UDC pueda participar e influir en su futuro diseño y lo haga con conciencia, principios democráticos y valores como el diálogo, la seguridad jurídica y la cohesión territorial y social».
El Gobierno catalán rehusó valorar el proceso interno de Unió y la posibilidad de una salida de los consejeros socialcristianos del Ejecutivo -Ortega. Espadaler y Josep Maria Pelegrí-. El portavoz de la Generalitat, Francesc Homs admitió que hay «vasos comunicantes» entre partidos y el Govern pero a éste «no le corresponde pronunciarse» sobre debates internos de formaciones políticas, menos aún cuando no se ha producido el resultado de la votación.
