La izquierda, a la greña en Barcelona tras la victoria de Ada Colau
CUP participa en una protesta contra la futura alcaldesa, quien se niega firmar la hoja de ruta de ERC; el PSC marca distancia
Si la confirmación de Ada Colau como alcaldesa de Barcelona pasa por una alianza de la izquierda, el cruce de declaraciones mantenido hasta ahora no augura un buen final. De momento, las posiciones de los candidatos de Barcelona en Comú, CUP, ERC y PSC no pueden ser más distantes. La fragmentación es evidente y a pesar de que estos partidos comparten un ideario social, cuestiones como la independencia de Cataluña o incluso la gestión económica de la ciudad, complican el entendimiento y la formación de un "cuatripartito" municipal.
BComú obtuvo 11 concejales en las elecciones municipales del pasado 25 de mayo, pero para gobernar con una cierta estabilidad necesita el apoyo de 21 concejales. ERC sobtuvo cinco concejales; el PSC, cuatro y la CUP, tres. Los republicanos, con Alfred Bosch al frente, exigen a Colau que firme la hoja de ruta secesionista junto a ERC y CDC para darle apoyo, pero la virtual alcaldesa se niega. Dice que su partido no piensa firmar "hojas de ruta ajenas".
Por su parte, el candidato del PSC, Jaume Collboni , reprocha a ERC que supedite los pactos a aventuras independentistas. El socialista rechaza "los acuerdos que supediten la gobernabilidad de la ciudad a otros proyectos o pactos que tengan otros partidos políticos previos a las elecciones municipales". Dentro de la coalición BComú está Iniciativa per Catalunya, formación que durante años gobernó junto al PSC en la Ciudad Condal.
El ejemplo más llamativo de esta tensiones entre partidos de la izquierda municipal es el rechazo de la CUP a dar apoyo a Colau . Tras la reunión que mantuvieron el lunes, la formación antisistema y favorable a la separación de España, anunció que no formaría parte del gobierno de BComú. Pero es que, el martes, uno de los futuros concejales de la CUP, el número 3 de la lista, Josep Garganté, se manifestó junto a trabajadores de Telefónica ante el edificio del Ayuntamiento de Barcelona en contra de la firma del acuerdo municipal sobre la prórroga del Mobile World Congress. Al acto asistía Colau, que había sido invitada por el todavía alcalde, Xavier Trias (CiU) , pero no había ningún representante de la CUP. Curiosamente, Colau se reunió días atrás con esos trabajadores cuando todavía estaban encerrados en la sede de Movistar en la plaza de Cataluña, y se ofreció a intermediar en su conflicto laboral.
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