Mas denuncia asfixia financiera, pero gasta 1,5 millones en publicidad secesionista

Tras el disgusto electoral que supone perder el Ayuntamiento de Barcelona, los nacionalistas han decidido cambiar de tema y recurrir a la manida estrategia del agravio. El Ejecutivo de Artur Mas ha denunciado, por enésima vez en este mandato, que su tesorería se encuentra en «una situación extrema» y que «el único responsable» es el Gobierno. Así lo aseguró el portavoz de la Generalitat, Francesc Homs , quien ha acusado al Estado de someter a Cataluña a «una asfixia financiera deliberada».

Homs culpa al Ejecutivo de Mariano Rajoy de «incumplir leyes, como la de la financiación o la de cumplimiento del déficit» y de «abusar de su posición». Augura que esa situación apurada de las finanzas autonómicas, qu eimpide pagar a proveedores, se agravará con el paso del tiempo y advierte de «una operación en toda regla del Gobierno del PP, que se intensificará en los próximos meses sin piedad para presentar a las comunidades autónomas como ineficientes». El portavoz y consejero de Presidencia insta al resto de partidos políticos a «hacer piña para denunciar estos hechos en lugar de ser cómplices del PP en una pinza diabólica».

Convergència y Unió (CiU) reclama desde hace tiempo una supuesta «deuda histórica» del Gobierno que alcanza los 2.500 millones de euros y que incluye compensaciones por el anulado impuesto de depósitos bancarios, inversiones en infraestructuras no ejecutadas (disposición adicional tercera del Estatuto), así como el fondo de competitividad autonómica.

Se da la circunstancia de que la Generalitat, a su vez, también tiene cuentas pendientes, pues las farmacias le reclaman 340 millones, mientras que el Ayuntamiento de Barcelona, gobernado hasta ahora por CiU, ha perdonado al Gobierno amigo de Mas una deuda de 150 millones de euros.