Las críticas a Duran provocan el enésimo incendio en la filas de Convergència i Unió

Nuevo desencuentro a la vista. Apenas un mes después de que los diputados de CDC en el Congreso rompieran la unidad supuestamente acordada y se abstuvieran en la votación sobre la ley contra el yihadismo, el papel de Josep Antoni Duran Lleida en le proceso soberanista ha vuelto a desencadenar un nuevo cruce de acusaciones y desencuentros. Así, durante esta semana han sido varios los alcaldes convergentes que han señalado a Duran como piedra en el zapato del proceso soberanista, algo que ha encendido a las filas de Unió, que exigió ayer una rectificación por las «injerencias inadmisibles». Desde Unió se apunta también a los convergentes de querer provocar una «separación irreversible».

Ante palabras como las de la alcaldesa de Figueres, Marta Felip, apuntando que UDC «como partido» no es un obstáculo para la independencia, pero Duran, en cambio, lo «podría ser», el diputado por Unió y mano derecha de Duran en el Congreso, Josep Sánchez Llibre, adivirtió ayer que UDC «no es un adversario o un enemigo, por mucho que quieran» los de CDC, a los que ha reclamado una «rectificación inmediata» para que la crisis interna «no vaya a más».

Una palabras que el coordinador general de CDC, Josep Rull, ha utilizado para evitar desacreditar a sus cuadros devolviendo una nueva crítica a sus socios de federación. «Puedo pensar que son más o menos afortunadas, pero después del tono de Sánchez Llibre no desautorizaré a los alcaldes, aunque no ayuden», ha señalado Rull, quien sostiene que el tono del político democristiano es «equivocado» y no «ayuda en nada» a «compactar» la federación.

En todo caso, Rull ha negado que haya sectores de CDC que busquen la ruptura de CiU, como denuncia UDC, y ha recordado que en su conferencia en Madrid esta semana hizo un «cierre de filas rotundo» con la federación.

También ha expresado el «respeto absoluto» de la dirección de Convergència por las decisiones que tome Unió en su proceso interno para determinar su hoja de ruta, y ha indicado que Marta Felip y Joan Mora no forman parte de la dirección de CiU, pero Sánchez Llibre sí, por lo que ha lamentado el tono del diputado democristiano en el Congreso, aunque sin pedirle una rectificación.