Pujol declara sin aportar pruebas que su herencia oculta era un legado de su padre
El primer administrador del legado ya falleció y su primer titular, Marta Ferrusola, no ha declarado
El expresidente de la Generalitat, Jordi Pujol, y tres de sus hijos -Marta, Mireia y Pere-, en una declaración que parecía «muy coordinada», según fuentes judiciales, han mantenido hoy ante la juez que el dinero que mantuvieron oculto durante 34 años en Andorra era fruto de un legado que el padre del expresidente, Florenci, les dejó a su muerte, en 1980, y que logró atesorarlo mediante sus actividades «ilegales» -pero toleradas- con negocios en cambios de divisas durante los años sesenta. De ahí que no lo declararan, ante «el miedo» que afectara la carrera política del expresidente.
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Según fuentes judiciales, ésta ha sido en resumen la tesis que han sostenido el expresidente y sus tres hijos durante sus declaraciones que han realizado esta mañana ante la titular del juzgado de instrucción número 31 de Barcelona, que investiga su patrimonio a raíz de la querella que el sindicato Manos Limpias interpuso tras la confesión de evasión fiscal de Pujol del pasado 25 de julio. La esposa de Pujol, Marta Ferrusola, que también estaba citada a declarar como imputada por blanqueo de capitales y blanqueo, se ha acogido a su derecho a no testificar.
Documento exculpatorio sin presentar
Para reforzar su tesis, Pujol afirmó que tienen en su poder unas cartas manuscritas de su padre Florenci, destinadas a su esposa Marta Ferrusola en las que detalla este legado, del que eran beneficiarios Ferrusola y sus siete hijos. Sin embargo, la defensa de Pujol no ha aportado hoy como prueba el citado documento. Tampoco han presentado extractos bancarios que certifiquen a cuando ascendía este legado ingresado en Andorra, que según declararon ascendía en los años ochenta, a 140 millones de las antiguas pesetas. El dinero, «fruto de inversiones» que no precisaron, se incrementó hasta los 540 millones de pesetas, cerca de los 4,1 millones de euros que declararon los imputados en la regularización que hicieron el pasado julio. Una regularización que hicieron, han admitido, tras trascender en prensa que tenían cuentas en Andorra.
Un administrador muerto
Según explicó Pujol, el primer administrador del legado de Florenci fue Delfí Mateu, amigo y gestor del padre de Pujol, que está muerto, y su primera titular, Marta Ferrusola, que no ha declarado. Luego, al adquirir la mayoría de edad los hijos de Pujol, quien lo administró fue el primogénito, Jordi Pujol Ferrusola, imputado en otra causa en la Audiencia Nacional y que no estaba citado hoy ante la juez. Marta, Mireia y Pere afirmaron que los hijos no supieron de la existencia del legado del abuelo hasta el año 1992, cuando el hijo pequeño, Oleguer, adquirió la mayoría de edad.
Según fuentes judiciales, Pujol, sin mediar pregunta, afirmó que el dinero oculto en Andorra no es fruto de comisiones por obras públicas ni detraído del erario público. Pujol, que declaró durante dos horas, lo hizo al principio en catalán, lo que obligó a recurrir a un intérprete, a requerimiento del fiscal, Alejandro Luzón. Después, viendo las dificultades que generaba la traducción, prosiguió su testimonio en castellano.