Grecia descoloca a los independentistas catalanes
Se alinean con Podemos y comparan a Rajoy con la «troika», aunque Mas se declara europeísta y también aplicó recortes
Aplaudir o no aplaudir el "no" de Grecia. Esa es la cuestión peliaguda a la que se enfrenta el independentismo catalán. Apoyar el rechazo a las medidas de la "troika" supone alinearse con Podemos, considerado la gran amenaza del proceso secesionista, tal como advirtió hace pocas semanas el presidente de la Generalitat, Artur Mas, en una conferencia en Molins de Rei (Barcelona). En su discurso, el líder convergente arremetió contra el "sí se puede" entonado en castellano por decenas de personas tras la investidura de Ada Colau como alcaldesa de Barcelona. Se da la circunstancia de que Mas siempre ha hecho ostentación de su vocación europeísta. De hecho, la semana pasada se desplazó a Bruselas y expresó su deseo de que Grecia "se quede dentro de la UE y dentro del euro" , algo que, de producirse, sería un éxito europeo. Añadió a continuación que "determinadas experiencias de gobiernos muy populistas pueden llevar a lo que estamos viendo en Grecia: a una bancarrota y a unas dificultades muy importantes para la gente normal y modesta del país".
Pero la tentación de interpretar el resultado del referéndum griego como un revés a las políticas de austeridad de Mariano Rajoy y a su "discurso del miedo" es tentador para un movimiento separatista que acusa al Estado de someter a Cataluña. La portavoz de Convergència, Mercè Conesa, confesaba ayer su "envidia" por que Grecia pueda negociar de forma "bilateral" con Europa las medidas de austeridad y aseguró que, a su juicio, la "troika" para Cataluña es "el Gobierno central, el déficit fiscal y el Tribunal Constitucional (TC)" .
Como se sabe, el proceso que defiende CDC no garantiza que una hipotética Cataluña independiente permanezca en la UE. Artur Mas está convencido de ello, pero la incertidumbre generada al respecto es uno de los motivos por los que Unió Democràtica de Catalunya (UDC) decidió romper con su histórica socia, CDC. Algunos ideólogos soberanistas afirman que Grecia ha echado un pulso "nacionalista" a la UE, lo que contradice, asimismo, el esfuerzo del Gobierno de Mas por lograr complicidades europeas en su causa independentista -para ello nombró a Amadeu Altafaj representante permanente de la Generalitat a la Unión Europea-.
ERC también ha felicitado a Grecia por su rechazo a las medidas impuestas por la UE. Su portavoz, Sergi Sabrià, destacó "el ejercicio de soberanía que supone" el referéndum y considera que "ahora Grecia está más cerca de poder reflotar su deuda". Un discurso que ensalza la resistencia del Gobierno griego a aplicar una austeridad que implícitamente avaló en 2012 el líder de Esquerra, Oriol Junqueras, al dar apoyo al Ejecutivo de Artur Mas, quien aplicó importantes recortes en materia de sanidad, educación y servicios sociales. Por culpa, según dijo, de la mala gestión del tripartito -del que formaba parte ERC- y de la imposición de un límite de déficit por parte del Gobierno español inasumible. El caso de Grecia coloca a ERC de nuevo ante una encrucijada: o pone el acento en su perfil de izquierdas o en su plan secesionista . La irrupción de Podemos en el escenario catalán - la última encuesta del Centro de Estudios de Opinión de la Generalitat augura que podría convertirse en la tercera fuerza tras el 27-S- se ha traducido, de momento, en un desmarque del liberalismo de CDC para acercarse a la CUP, otra formación secesionista y antisistema claramente alineada con la batalla que el Gobierno de Syriza mantiene contra el poder bancario.