Las experiencias de Michael Snow en La Virreina

Pieza clave del cine estructural, el artista reúne Barcelona todas las claves de su trabajo

Las experiencias de Michael Snow en La Virreina efe

maría güell

Michael Snow (Toronto, 1928) construyó su propia cabaña, con ayuda de su mujer, en un lugar perdido en Canadá. Cuando se instala en su refugio sigue sus procesos de creación. «Me retiro varios meses al año a esta cabaña y muchos de mis trabajos son fruto de las vivencias en este lugar idílico», explica mientras señala «Solar Breath», un vídeo de sesenta minutos hipnotizador en el que vemos una ventana con unas cortinas que bailan al ritmo de un viento intenso que pega la tela contra el cristal como si hubiera un imán.

Este artista de ochenta y siete años es el protagonista de «Secuencias», una exposición retrospectiva que ocupa las salas de La Virreina hasta el mes de noviembre. «Es una de las figuras capitales del arte contemporáneo –destaca la comisaria Gloria Moure-. Y ahora tenemos la oportunidad de experimentar con sus obras».

El espectador debe despertar todos sus sentidos para disfrutar de este viaje. «Snow tiene una visión pictórica muy marcada en todo su trabajo», desvela Moure frente a una fotografía que hizo en un museo. «En 2003 fotografié a tres chicas desnudas que observaban un cuadro de Paul Cézanne. Curiosamente, tres años después me llamaron de este museo de Filadelfia en el que está expuesto este cuadro para que hiciera una exposición. Antes de aceptar les tuve que confesar que había hecho este experimento sin pedir permiso. Tuve suerte. No se enfadaron».

Cámara oculta en La Rambla

Su inquietud por el arte le lleva a rendir homenajes a los diferentes estilos. Una de las piezas más llamativas es precisamente un homenaje al cubismo que bautiza como «The Corner of Braque and Picasso Streets», de 2009 que se adapta al espacio expositivo y que contiene una cámara de vídeo de circuito cerrado en la que a tiempo real se ve la frenética actividad de la Rambla.

Muchas de sus piezas estimulan la atención del espectador y crean conexiones entre el interior y el exterior. Una ventana del Palacio de La Virreina se convierte en una pieza de Snow gracias a un corte en diagonal de un plástico de aluminio.

Snow desarrolla su obra artística en paralelo con su trabajo como músico profesional de jazz . «La música se convierte en escultura espacial», advierte Moure a la vez que destaca las instalaciones sonoras como «Hearing Aid», con un metrónomo como protagonista, y «Tap», compuesta por diversos objetos dispersos a lo largo de la muestra y que el espectador encuentra a medida que recorre el espacio.

Un emocionado Michael Snow recorre esta muestra que después viajará a Nápoles y Estrasburgo. Pieza clave del cine estructural, celebra esta convocatoria que reúne todas las claves de su trabajo.

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